Si no se estuviera negociando la reforma de las pensiones con los sindicatos, el borrador del Real Decreto en el que se endurecen los requisitos para acogerse a despidos objetivos por causas económicas habría sido "exactamente el mismo". Así lo ha asegurado el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que aseguraba que "ni tiene que ver con pensiones ni cambia la posición del Gobierno ni el espíritu de la reforma laboral". Para mantener el diálogo para la reforma de la negociación colectiva en el ámbito bilateral, la reunión que han mantenido el Gobierno, los sindicatos y la patronal ha finalizado con el compromiso de "intensificar" las conversaciones e incorporar a todas las fuerzas políticas al proceso.
El Gobierno no ha pretendido hacer un guiño a los sindicatos para ganarse su apoyo en la reforma de pensiones. Rubalcaba ha negado que los cambios propuestos por el Gobierno en una parte del desarrollo reglamentario de la reforma laboral tuvieran este fin. El vicepresidente ha considerado "razonable" que sea más exigente en las condiciones para acogerse a despidos colectivos que en las de los despidos individuales, así como que pidan más garantías cuando se argumente una previsión de pérdidas que cuando éstas ya se han producido.
En relación a la reunión tripartita de ayer, la primera que reúne a las tres partes y que se hizo a puerta cerrada, Rubalcaba desveló que, en el momento de la rueda de prensa, ya había comenzado y que él se incorporaría a ella durante el almuerzo.
En este sentido, señaló que las negociaciones y contactos ya están englobando a empresarios y partidos políticos, y que la intención es alcanzar un acuerdo sobre temas como las pensiones, la negociación colectiva y las políticas activas. Incluso, ha dicho, sobre la política energética y la industrial, es decir, sobre temas que preocupan a todas las partes implicadas.
En un comunicado suscrito por el Ejecutivo, los sindicatos CC.OO. y UGT y las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme, en el que se da por iniciado "oficialmente" la negociación a tres bandas, se ponen de relieve las "dificultades" que entraña el proceso de negociación, aunque también la "voluntad por conseguir el entendimiento".
Los interlocutores han abordado la reforma laboral, las políticas activas de empleo y la reforma de la negociación colectiva, cuestión esta última en la que han coincidido en mantener el ámbito bilateral de negociación entre las organizaciones empresariales y sindicales.
Además, agentes sociales y Gobierno han expresado su intención de dar continuidad e "intensificar" las conversaciones incorporando a todas las fuerzas políticas del arco parlamentario para hacerlas copartícipes del proceso.
Antes de incorporarse a la cita, Rubalcaba había indicado que el Gobierno va a intentar ese acuerdo, sabiendo que las reformas más eficaces son las consensuadas. Sin embargo, ha dejado claro que, si no hay acuerdo, el Ejecutivo tiene la responsabilidad y la obligación de acometerlas. "Nos vamos a esforzar por alcanzar ese consenso", ha subrayado Rubalcaba.
A esto, añadía que si el catálogo de temas es "amplio" mejoraría la confianza en la economía española. "Por esas dos razones, porque la agenda del Gobierno está condicionada y definida y porque sería muy bueno para la economía española, nos vamos a empeñar en el acuerdo", aseguró.