El consejo de administración de Caja Madrid acordó ayer por unanimidad no pagar cerca de 25 millones de euros en incentivos al expresidente de la entidad Miguel Blesa y a otros nueve miembros del comité de dirección durante el periodo 2007-2010.
Según fuentes próximas al consejo de administración de Caja Madrid, se decidió "finalizar, no renovar y no reconocer" los derechos de cobro del plan de incentivos a largo plazo para los directores generales durante la última época de Blesa.
La caja presidida ahora por Rodrigo Rato optó por no reconocer el derecho de cobro de esos 25 millones, en lugar de, como estaba previsto, aplazar el pago de esa cantidad hasta que el banco liderado por la institución madrileña junto a Bancaja devuelva el préstamo de 4.465 millones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
La decisión, se basa no sólo en que Caja Madrid ha recibido fondos públicos para crear el primer banco por volumen de negocio de España, sino en que hay legislación europea sobre la materia que, cuando se traslade, afectará a la normativa española.
Por ser el máximo responsable de la caja desde 2007 a 2010, Blesa resultaba el principal beneficiario de esos incentivos, que estaba previsto se aportaran a los respectivos planes de pensiones de los directivos y exdirectivos de Caja Madrid el próximo 31 de marzo.
De esa forma, cuando cumpliera 65 años, en agosto de 2012, Blesa podría hacer efectiva esa cantidad, más los intereses que pudiera generar si Caja Madrid los aportaba desde 2011.
Otro de los principales afectados es Carlos Martínez, ex consejero delegado de la Corporación Cibeles, que aglutina las participaciones financieras de Caja Madrid, por ser el miembro del comité de mayor edad y el primero que hubiese podido rescatar el dinero de su plan de pensiones.