La Unión Europea se plantea reformar el sistema de alerta rápida para alimentos peligrosos a fin de evitar nuevas alarmas prematuras y sin suficiente base científica, mientras sigue sin aclararse el origen del brote de "E.coli" y la UE se prepara para compensar al sector agrario por las pérdidas sufridas.
En el Consejo de Sanidad celebrado ayer en Luxemburgo, los estados miembros analizaron la gestión de la crisis sanitaria originada por el brote en Alemania y un grupo de países, encabezado por España, pidió medidas concretas para evitar que se repita una situación como la causada por la "falsa alarma" sobre los pepinos.
La propuesta de España para introducir mejoras en el sistema tuvo el respaldo de miembros como Francia, Italia o Polonia, mientras que la Comisión Europea destacó la necesidad de "ajustes" para que las alertas se basen más en fundamentos científicos y para que haya más coordinación entre los países.
Mientras continúan las investigaciones para determinar el foco del brote de "E.coli" que se ha cobrado ya 21 vidas en Alemania y una en Suecia, aumentan las críticas contra las autoridades germanas por su gestión de la crisis sanitaria.
El Ministerio de Defensa del Consumidor de Baja Sajonia (norte de Alemania), que apuntó el domingo a semillas germinadas de una granja de cultivo biológico de ese estado federado como foco de infección, anunció ayer en un comunicado que las primeras 23 muestras analizadas para detectar la presencia de la bacteria dieron negativo.
El ministerio regional advirtió, sin embargo, de que no se espera que la investigación, que se realiza junto con el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos en Berlín, arroje resultados a corto plazo.
Por otra parte, está previsto que hoy se conozcan los resultados de los análisis efectuados a un paquete de 100 gramos con una mezcla de semillas germinadas procedente de la granja afectada y que un paciente de Hamburgo contagiado con la bacteria conservaba en su nevera.