La bolsa española registró ayer la segunda mayor caída del año, el 4,7 por ciento, y descendió hasta 8.300 puntos, perjudicada por los malos datos económicos estadounidenses y el recorte de las previsiones de crecimiento de la actividad mundial.
El mercado nacional resultó mejor parado que la mayoría de las grandes plazas europeas, ya que Milán bajó el 6,15 por ciento; Fráncfort, el 5,82 por ciento; París, el 5,48 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 5,34 por ciento, y Londres, el 4,49 por ciento.
La rebaja de las expectativas del crecimiento del PIB mundial por el banco estadounidense Morgan Stanley condicionó la evolución de esta jornada.
Según sus cuentas, la actividad crecerá este año tres décimas menos de lo calculado inicialmente, hasta el 3,9 por ciento, en tanto que el próximo año bajará siete décimas y el PIB seguirá creciendo a un ritmo del 3,8 por ciento.
Además de estos datos, los inversores recibieron con ventas la publicación de estadísticas que indican presiones en los precios estadounidenses -el IPC subió el 0,5 por ciento y la tasa interanual quedó en el 3,6 por ciento- y debilidad de la actividad inmobiliaria -la venta de casas de segunda mano cayó el 3,5 por ciento-. Así, mientras Wall Street bajaba más del 3 por ciento, los inversores buscaban refugio en la deuda alemana y en el oro, que concluía en Londres con un nuevo récord de 1.824 dólares la onza.
Los inversores se decantaron durante toda la jornada por las ventas, alentadas en ocasiones por las órdenes automáticas que se activan cuando se cruzan determinados niveles de precios.
Por ello, no prestaron mucha atención a una circunstancia que la semana pasada trajo en vilo al mercado: el mantenimiento de la nota de la deuda francesa, triple "A", por parte de la agencia de medición de riesgos Standard and Poor's.
Tampoco le hicieron mucho caso a la mejora de las expectativas de la economía estadounidense a medio plazo, a seis meses vista, que reflejaba el alza del 0,5 por ciento de los indicadores adelantados de agosto.
En cuanto a la evolución de las principales compañías de la bolsa española, todos los grandes valores bajaron: BBVA, el 5,76 por ciento; Iberdrola, el 5,49 por ciento; Repsol, el 5,24 por ciento; Telefónica, el 4,76 por ciento, y Banco Santander, el 4,08 por ciento.
La mayor caída del IBEX 35 correspondió a Abengoa, el 8,02 por ciento, mientras que sólo una compañía concluyó con ganancias, Mapfre, que subió el 0,51 por ciento. En el continúo solo subieron 12 compañías.