El presidente del PP, Mariano Rajoy, ensalzó ayer la moderación, la unión y la concordia como los valores esenciales que quiere poner en práctica ya no sólo en la actividad política, sino sobre todo en la Presidencia del Gobierno si gana las próximas elecciones generales.
Ante aproximadamente 600 personas, según la organización del acto de presentación de sus memorias, tituladas "En Confianza" y editadas por Planeta, el líder del PP desgranó lo que cuenta y lo que no cuenta de un libro a cuya puesta de largo asistierondestacados empresarios, casi toda la dirección del partido, el expresidente José María Aznar y los barones José Antonio Monago, Alberto Fabra y Ramón Luis Valcárcel.
Rajoy destacó que el libro le ha servido para reflejar, principalmente, lo aprendido durante su vida, como que "la moderación es buena" y como que "un moderado puede tener convicciones tan firmes como las que pueda tener un radical". También elogióvalores como la unión, ya que a su juicio "la unión hace la fuerza", y la independencia, que resulta, puntualizó, "tan difícil de ganar".
Pero por encima de cualquier otro, el presidente del PP se detuvo en la moderación: "La moderación es buena, un moderado puede tener convicciones tan firmes como un radical; un moderado piensa que otros pueden tener convicciones distintas a las suyas, y a quien pone por delante los sentimientos se le puede recordar que otros pueden tener otros sentimientos también respetables".
Con esos valores fundamentales Rajoy dibujó su estilo de gobierno si vence el 20 de noviembre, como que "la unión hace la fuerza", que "jugar a dividir es muy peligroso", que "es bueno sumar", que la independencia "hay que ganársela" y que "hay consensos básicos sobre la convivencia que no se deben perder nunca".
La concordia es una palabra que Rajoy siempre incluye en sus intervenciones, y es posiblemente el aspecto en el que más énfasis ponga en el caso de que se convierta en presidente del Gobierno. De hecho, subrayó, es el motivo que ha guiado su libro de memorias.
Para Rajoy, existen ciertas cosas irrenunciables para un gobernante, y las ha enumerado: "priorizar, tender a lo importante, voluntad de alcanzar acuerdos, no enredarse en 'dimes y diretes', no dedicar energías a cosas pequeñas y la Justicia". "Cualquier gobernante ha de ser justo; desde luego, hay que aspirar a ser justo", apostilló.