Una comunidad de "travellers" británicos y sus simpatizantes protagonizaron ayer choques con la Policía para evitar el desahucio de esa minoría étnica de tradición nómada del campamento de Dale Farm, situado a las afueras de Londres.
Unidades de la Policía antidisturbios y guardas de seguridad privados penetraron por la fuerza en el asentamiento, el mayor del Reino Unido, tras obtener el lunes autorización judicial para iniciar el desalojo.
Una persona fue detenida y varias fueron atendidas por los servicios de emergencia, aunque de momento no se han producido daños graves.
Los residentes del campamento de Dale Farm y los activistas que les apoyan, que durante las últimas semanas construyeron barricadas, están oponiendo resistencia, y pudieron verse momentos de pánico así como a mujeres llorando en sus caravanas.
Una de las caravanas se incendió mientras la Policía, que superaba en número a los residentes, de los cuales quedaban en torno a 50, se preparaba para desalojar las 49 parcelas para las que ha obtenido una orden judicial.
Pese a obtener el apoyo de las Naciones Unidas, Amnistía Internacional y otras organizaciones pro derechos humanos, los "travellers", minoría étnica reconocida y protegida por la ley y marginada en el Reino Unido, no consiguieron impedir judicialmente su desahucio por parte del Ayuntamiento de Basildon, que argumenta que quiere dedicar el espacio a zona verde.
Los "travellers", de costumbres parecidas a las de los gitanos, compraron Dale Farm en la década de los 70, cuando era un vertedero, pero, aunque el terreno es suyo, algunos construyeron sin los permisos legales pertinentes, que el Ayuntamiento les denegó con el argumento de que era un área protegida. Los afectados y sus simpatizantes argumentan que la verdadera razón es que el consistorio conservador quiere limpiar la zona de "travellers" y sostienen que el desahucio contraviene los derechos de esta minoría, ya que no se les ha ofrecido ningún alojamiento alternativo.