Grecia riza el rizo y se replantea su situación por enésima vez. Georges Papandreu, primer ministro, afirmó ayer jueves que retirará la convocatoria de referéndum para preguntar a la población si acepta o no las reformas que reclama Europa si la oposición respalda el plan de rescate.
Éste se basa en que los socios darán al país heleno el dinero que necesita para evitar la quiebra a cambio de que el Ejecutivo ponga en marcha serios recortes económicos, a los que se había comprometido antes de anunciar la consulta popular.
Al mandatario, que se enfrenta hoy viernes a una moción de confianza, le resultará complicado convencer a la oposición, Nueva Democracia, que, aunque acepta la imposición europea, le pide que dimita y que convoque elecciones anticipadas.
Papandreu está dispuesto a abandonar su plan de celebrar un referéndum, si la oposición respalda el plan de rescate. Aunque no rechazó abiertamente la convocatoria durante el discurso que pronunció ante el Parlamento, fuentes de su equipo explicaron a Reuters: "Le han dicho que tiene que renunciar [al referéndum] con calma para salvar a su partido (...) Ha aceptado renunciar. Es muy civilizado, no tiene acritud".
Quien sí se posicionó en contra de la consulta desde el principio fue Evangelos Venizelos, responsable de Finanzas, en una intervención ante los diputados de su partido, el PASOK. El ministro recordó a sus compañeros que el país necesita los 8.000 millones de euros antes del 15 de diciembre.
El diario 'Imerisia' publicó ayer jueves que el Estado dispone de unos 600.000 euros y que necesitaría 7.000 millones para afrontar sus pagos. De ellos, 1.700 millones corresponden a pensiones y a salarios públicos y otros 3.600, a la refinanciación de la deuda pública.
Necesita convencer
Venizelos afirmó que el plan de rescate necesita la conformidad de una mayoría aumentada de 180 diputados --lo que contemplaría un respaldo de la oposición-- en una Cámara de 300 escaños. El mandatario lo va a tener difícil para convencer a Nueva Democracia, que, aunque está de acuerdo con los recortes, reclama su dimisión y un adelanto electoral.
Mientras Papandreu busca un nuevo gobierno de consenso, Antonis Samaras, líder de la oposición, afirma que, si piensa que los suyos van a acceder a un ejecutivo en coalición, está "equivocado". El titular de Finanzas cree que los comicios anticipados darían al traste el plan de rescate y pide, por activa y por pasivo, el consenso político.
En su discurso, hizo hincapié en que el 'no' a la UE supondría la salida del euro, lo que sería "una catástrofe" para la nación mediterránea, puntualizó el propio Papandreu en su discurso: "Si no cumplimos con nuestras obligaciones, entonces nuestra pertenencia al euro estará en juego".
La ayuda
La UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no entregarán al país la ayuda que necesita hasta que se comprometa de manera irrevocable a poner en marcha los ajustes, como hizo saber el miércoles Nicolas Sarkozy, presidente francés: "Los europeos no podrán considerar el pago del sexto tramo del programa de ayuda a Grecia hasta que Grecia haya adoptado el conjunto del paquete del 27 de octubre y se haya despejado cualquier incertidumbre sobre el resultado del referéndum".
Papandreu explicó ante los suyos su decisión de convocar la consulta popular: "Teníamos tres alternativas. La primera, una catastrófica, era convocar elecciones anticipadas (...) la otra alternativa era el referéndum (...) y la tercera solución era alcanzar un consenso más amplio". Viendo que la segunda no funcionaba, busca la tercera: "Hablaré con Samaras para que examinemos los próximos pasos sobre la base de un consenso más amplio".