El Papa recordó a los cristianos ayer durante el rezo del Ángelus la importancia de "enriquecer los tesoros" que ofrece el Señor a través de una vida "sobria, activa y diligente".Ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI resaltó que los "dones" del Señor son un "tesoro que hay que enriquecer cada día" de manera similar a una tierra fértil que "da buenos frutos". De esta manera, se contribuirá a la "edificación" de la Iglesia y la sociedad.
Asimismo, recordó que, debido a "lo provisorio" de la vida, la existencia terrena debería ser "como una peregrinación". "Una peregrinación con los ojos fijos en la meta, es decir en el Dios que nos ha creado para sí; con la conciencia constante del regreso de Jesús que viene, sin aviso previo, para ver en nosotros los frutos de su amor", señaló.
Por otra parte, en sus saludos en diversas lenguas a los peregrinos el Papa también habló del Día Mundial de la diabetes y del día de la Acción de Gracias que celebra la iglesia italiana.
Así, aludió a la diabetes por tratarse de una enfermedad crónica que afecta a muchas personas, incluso a muchos jóvenes. "Rezo por todos estos hermanos y hermanas, y por todos aquellos que comparten cada día con ellos esta dura enfermedad, así como también rezo por los agentes sanitarios y voluntarios que les asisten y ayudan", explicó.
Además, recordó que ayer la Iglesia italiana celebraba el Día de Acción de Gracias. "Mirando los frutos de la tierra que una vez más este año el Señor nos ha dado reconocemos que el trabajo del hombre sería vano e inútil si Dios no lo hiciera fructífero", destacó.
El Santo Padre también aludió a su próximo viaje a Benín en África, a la beatificación de Carl Lampert --sacerdote que fue decapitado y murió mártir durante la segunda guerra mundial-- y al Día de la Solidaridad con la iglesia perseguida en Polonia.