El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Mohamed Kamel Amr, subrayó ayer que su país no aceptará ninguna injerencia en sus asuntos internos, respondiendo así a las declaraciones que hizo la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, sobre cómo ha tratado el Ejército a las manifestantes.
Clinton criticó el pasado lunes las acciones de las fuerzas de seguridad egipcias al afirmar que la "degradación sistemática" a la que han sometido a las mujeres "deshonra al Estado".
En unas imágenes que se han difundido en Internet se ha visto a soldados golpeando a manifestantes con porras, incluso aunque se hubiesen caído al suelo. Los activistas han dicho que fue un intento de acabar por la fuerza con una sentada con la que estaban reclamando una transición más rápida hacia un gobierno civil. En los enfrentamientos ocurridos desde el viernes pasado han muerto al menos trece personas.
"Egipto no acepta ninguna injerencia en sus asuntos internos y hace declaraciones y aclaraciones sobre los comentarios de responsables extranjeros", ha declarado el ministro egipcio, según la agencia de noticias oficial, MENA. "Este tipo de cosas no nos las tomamos a la ligera", ha añadido cuando le han preguntado sobre las palabras de Clinton. Muchas personas se han indignado al ver un vídeo en el que aparecen soldados egipcios arrastrando a una manifestante por el suelo cogiéndola por el 'niqab' negro que llevaba puesto y dejando así a la vista su sujetador, para después aporrearla y darle patadas.
Miles de personas se manifestaron en la plaza Tahrir de El Cairo este martes para expresar su rechazo a estas agresiones y los activistas han convocado una gran protesta para este viernes para exigir a las autoridades que pidan disculpas a las mujeres.
Por otra parte, los ciudadanos de nueve provincias egipcias, en su mayoría de los alrededores de El Cairo, participarán este miércoles y mañana jueves en una nueva fase de las elecciones parlamentarias egipcias, después de cinco días de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en la capital que han causado al menos trece muertos y han puesto en peligro el proceso de transición.
El proceso electoral egipcio, basado en un doble sistema de elección proporcional mediante listas cerradas y elección directa mediante candidaturas individuales, habrá durado un total de seis semanas cuando concluya el próximo 11 de enero.
Los Hermanos Musulmanes, cuyas candidaturas englobadas en el Partido Libertad y Justicia lideran los resultados de las fases anteriores de las elecciones -seguidos de los ultraconservadores salafistas-, han rebajado el perfil de su implicación en las protestas.