Representantes de las asociaciones de senegaleses y gitanos en Cataluña negaron ayer que haya problemas de convivencia y confrontación entre ambas comunidades en el barrio del Besòs de Barcelona después de que la muerte de un disparo de un senegalés presuntamente a manos de un gitano desencadenara disturbios y una amplia protesta.
En una rueda de prensa en la que también estaban presentes miembros de otras comunidades y una representante del Embajador senegalés, Diof Mariana Fall, el presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña, José Santos, hizo ayer un llamamiento a la calma de ambas comunidades y admitió que en "barrios marginales hay que trabajar por la convivencia y el civismo".
El presidente de la Coordinadora de asociaciones de senegaleses en Cataluña, Amadou Boka, destacó que en la manifestación del miércoles en la que participaron más de cien senegaleses pudieron calmar los ánimos gracias a la mediación y reconoció que si no hubieran intervenido, "la manifestación podría haber sido otra".
Por su parte, Diof Mariana Fall condenó todo acto de violencia "salga de donde salga" y ha mostrado su confianza en la justicia española, además de recordar que el Consulado y la Embajada comparten el dolor de la familia.
"Ha muerto una persona, lo condenamos pero queremos calmar los ánimos", insistió Boka, que sin embargo también ha pedido que el crimen no quede impune.
En un acto en el que ambas comunidades quisieron mostrar unidad, Boka se solidarizaron con la familia de la víctima, Ibrahima, y mostraron su confianza en la justicia y el Estado de Derecho, además de condenar la muerte "súbita y criminal" de un compatriota que había venido para mejorar su bienestar y el de su familia.
Según Boka, tienen el compromiso de construir una "sociedad cohesionada en el que cualquier persona tenga cabida" por lo que van a seguir trabajando a través de la mediación intercultural y comunitaria.
Santos, por su parte, ha propuesto la creación de una plataforma multicultural.