Para la CEOE, que da por fracasada la negociación de la reforma laboral, el Gobierno "no va a tener más remedio que legislar una nueva contratación". Y es que, a su juicio, "no se pueden pagar despidos de 45 días cuando el negocio va mal". El Ejecutivo, sin embargo, ha considerado que patronal y sindicatos "siguen teniendo tiempo esta semana para cerrar lo que aún les queda pendiente", por lo que no prorrogará el plazo para aprobar dicha reforma, que finaliza este 13 de enero.
Tras las intensas negociaciones que están manteniendo en los últimos días los agentes sociales con el fin de acordar una reforma laboral antes de este viernes y que favorezca a todas las partes, la CEOE no ve luz al final del camino.
La patronal insistió ayer, a través del vicepresidente de la CEOE y presidente de CEIM, Arturo Fernández, en la necesidad de poner en marcha un nuevo contrato indefinido, con una indemnización por despido improcedente de 20 días por año trabajado, con un límite de un año, y de que las empresas puedan congelar los salarios de sus trabajadores durante este año y el próximo.
"No hay que pensar que por tener una nueva legislación laboral y un contrato de 20 días mañana vayamos a crear empleo, pero es sentar las bases de un futuro, para poder pensar en contratar", puntualizó Fernández en declaraciones a TVE, donde además señaló que cuando las empresas van mal no pueden pagar despidos de 45 días porque tendrían que cerrar.
Por el momento, las conversaciones entre patronal y sindicatos "siguen abiertas", tal y como señaló el secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer, quien pidió a la vez al Gobierno que "respete" los tiempos, ya que las reformas impuestas son "injustas e inútiles".
"Es el tiempo de la negociación. Hay que buscar acuerdos en aquellas materias que aún no se han podido alcanzar, acuerdos que sean razonables y equilibrados, cuya finalidad sea actuar contra el mayor problema que tiene este país, el alto número de desempleados", dijo
Pero a juicio de la CEOE, lo que debe hacer el Gobierno es legislar ya una reforma laboral y no esperar más a que los sindicatos y empresarios alcancen acuerdos, pues, según expuso el vicepresidente de la patronal, las posturas entre ambas partes están "bastante alejadas".
"Yo creo que tiene que legislar, visto cómo está, para qué vamos a andar con más paños calientes. Esto es marear la perdiz. Aunque la voluntad y la intención están ahí, las posturas están bastante alejadas", subrayó.