Tras las fuertes críticas vertidas, el Senado francés aprobó este pasado lunes el proyecto de ley por el cual se convertirá en delito la negación del genocidio. Una medida que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó ayer de "discriminatoria y racista" al negar como genocidio la matanza de armenios ocurrida hace un siglo. A la espera de la ratificación del documento por parte del presidente Nicolas Sarkozy, Ankara ya ha adelantado que estudia reducir su presencia diplomática en el país galo en respuesta a la aprobación parlamentaria.
Esta nueva ley francesa ha generado fuertes críticas de las autoridades turcas. Ya cuando el texto fue aprobado por la Asamblea Nacional el pasado diciembre, Ankara canceló las reuniones económicas, políticas y militares con París y llamó a consultas a su embajador de Francia.
Después de su aprobación el pasado lunes por las dos Cámaras del Parlamento francés, Erdogan anunció ayer que su Gobierno va a llevar a cabo una serie de medidas contra Francia, "paso a paso". "No permitiremos que nadie obtenga un beneficio político a costa de Turquía. El proyecto de ley aprobado en Francia es claramente discriminatorio y racista", subrayó el primer ministro. "Adoptaremos una postura racional y digna, aplicaremos nuestras medidas paso a paso. Ahora mismo estamos en un momento de paciencia", dijo ante los diputados de su partido.
Pero el pasado 18 de enero, Sarkozy, atendiendo a las fuertes protestas, envió una carta a Erdogan en la que explicaba que esta ley no se había hecho contra un país en concreto y pedía que Turquía tuviera en cuenta sus "intereses comunes" con Francia.
Y es que la nueva ley gala prevé penas de un año de prisión y 45.000 euros de multa por la negación del genocidio armenio por parte del Imperio Otomano. Las masacres y deportaciones ocurridas entre 1915 y 1917 dejaron más de 1,5 millones de muertos, según los armenios, y entre 300.000 y 500.000 según Turquía, que rechaza hablar de genocidio.A pesar de este ambiente de tensión, el primer ministro turco afirmó que aún es posible que Francia "corrija su error" y que en ese caso Ankara suspendería la aplicación de las medidas de represalia.Ahora corresponde al presidente de Francia firmar de forma definitiva el documento, según declaró una fuente del Elíseo a la agencia Reuters: "el presidente de la República promulgará la ley en el plazo habitual, es decir, dos semanas".
Por su parte, el embajador turco en París, Tahsin Burcuoglu, adelantó que Ankara estudia reducir su presencia diplomática en respuesta a la aprobación parlamentaria. Lo "más probable", según dijo, es que las relaciones queden reducidas a nivel de "encargados de negocios" en lugar de embajadas, el nivel más bajo contemplado en la Convención de Viena.
Burcuoglu recordó que el texto aprobado en Francia menciona "un asunto sensible para Turquía". "Ahora, todos pagaremos las consecuencias", advirtió el representante diplomático turco en París.