El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró ayer convencido de que su partido sale más fuerte de su 38 congreso, con más unidad, grandeza y altura de miras, lo que les permitirá actuar con responsabilidad y sentido de país en su tarea de oposición.
Visiblemente cansado después de que las negociaciones para formar la nueva Ejecutiva se prolongaran hasta bien entrada la madrugada, Rubalcaba clausuró el cónclave asegurando que cuenta con un equipo "solvente y coherente".
El apoyo del 80,42 por ciento de los 899 votos emitidos a favor de la nueva dirección le ha permitido certificar que los socialistas ya han avanzado casi treinta puntos en unidad, ya que él fue elegido sólo por el 52 por ciento de los delegados.
Por primera vez en la historia del PSOE, una mujer, Elena Valenciano, es la vicesecretaria general del partido, en tanto que el jefe de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha sido designado presidente, y Óscar López, secretario de Organización.
Los votos a favor fueron 723 (el 80,42 por ciento), mientras que hubo 168 en blanco (el 18,69 por ciento) y 8 nulos (el 0,89 por ciento), un respaldo claramente inferior al que obtuvieron las ejecutivas de José Luis Rodríguez Zapatero en los tres congresos anteriores.
Por su parte, el Comité Federal fue apoyado por 704 delegados (el 79,10 por ciento), en blanco se contabilizaron 185 (el 20,79 por ciento) y no ha habido votos nulos.
La palabra unidad estuvo presente en las declaraciones de los dirigentes socialistas, incluidos los que apoyaban a Carme Chacón, aunque en privado muchos de ellos se quejaron de que la integración haya sido escasa y en puestos menores.
Ni siquiera Chacón -que será diputada rasa en el Congreso y que formará parte del Comité Federal- quiso hacer crítica alguna y sólo dijo: "Hoy es el día del secretario general".
En un breve discurso de clausura, Rubalcaba insufló ánimos a sus compañeros: "Somos un partido fuerte, somos un gran partido. Y un gran partido actúa con grandeza, altura de miras, responsabilidad y sentido de país", dijo.
Un partido al servicio de todos y no sólo de los progresistas, que antepondrá el interés general a cualquier otro y que acordará con el Gobierno cuando crea que la ocasión lo requiere, discrepará con él cuando no comparta sus propuestas y confrontará cuando pretenda traspasar ciertas "líneas rojas".
Cree Rubalcaba haber cumplido su palabra del sábadi, cuando adelantó que si le elegían secretario general formaría una Ejecutiva con personas de distintas federaciones y edades, pero en la que nadie se iba a sentir representante de ningún territorio ni generación.
Además, consideró que, tras la reflexión sobre las sucesivas derrotas electorales del PSOE, es momento de "un cambio de óptica", que comenzará en los congresos regionales, para discutir los argumentos que permitirán al partido recuperar el respaldo mayoritario de los ciudadanos.
El cónclave sirvió para que el PSOE modifique aspectos de su estructura interna y del modelo de partido con el que los socialistas pretenden quieren dar mayor participación a la militancia.
Según Rubalcaba, las propuestas aprobadas giran en torno a tres grandes retos: el empleo, Europa y la equidad. "Tres "ees" para España", afirmó.
Los socialistas catalanes se dieron por satisfechos con su representación en la Ejecutiva -José Zaragoza y Esperança Esteve-, porque les permite mantener la cuota.
Queda fuera del núcleo duro del partido Manuel Chaves, presidente durante los últimos once años y medio, aunque formará parte del Comité Federal. Chaves dijo que cuando el partido se lo ha pedido ha salido "con mucho gusto". Además, sus ambiciones "están colmadas".
No tan satisfecho se mostró el secretario de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, quien dejó entrever que cada uno tiene un concepto distinto de lo que supone la integración.
Con todo, sí comparte con Rubalcaba "las ganas de unidad, de trabajo y de sacar adelante" a España de la crisis.
Dispuesto a echar una mano está el alcalde de Soria, Carlos Martínez, que formó parte del equipo económico de Chacón durante el proceso precongresual y para quien es lógico que Rubalcaba haya querido rodearse de gente de su confianza.
Pese a la división interna que el congreso había generado en las filas de los socialistas andaluces, la responsable de Organización, Susana Díaz, defensora de la candidatura de Chacón, cerró filas con la Ejecutiva, que calificó de "magnífica" para los intereses políticos y electorales de Andalucía y del país.
En el bando ganador, el lehendakari, Patxi López, quien se hará cargo de la Secretaría de Relaciones Políticas -de nuevo cuño-, replicó a quienes critican la poca integración recordando que "el movimiento se demuestra andando" y que la nueva dirección va a andar para integrar "y para mucho más".