Los rumores que apuntan de nuevo a que el Banco Central Europeo (BCE) va a intervenir de alguna forma para aliviar la presión en los mercados dispararon ayer la bolsa española y relajaron la prima de riesgo, que se recuperaron así de las pérdidas sufridas anteayer.
El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, se disparó ayer un 6 por ciento, hasta los 6.756 puntos, mientras la prima de riesgo -que mide el interés adicional que exigen los inversores por comprar deuda nacional en lugar de alemana- se relajaba hasta los 543 puntos básicos, 51 menos que la víspera.
Uno de los factores que marcó esta recuperación, además del mero rebote, es el hecho de que los inversores hayan releído el discurso pronunciado el jueves por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, para quedarse con la parte más positiva, el apunte a una posible intervención.
Draghi dejó la puerta abierta a nuevas operaciones de compra de deuda soberana, lo que ha motivado, según el estratega de Citi en España José Luis Martínez Campuzano, que el mercado tenga "la creciente percepción de que España e Italia pedirán asistencia" al BCE, aunque no se trate de un rescate en sentido estricto.
A esto hay que añadir los buenos datos de empleo estadounidense, que animaban a Wall Street a abrir en positivo y contagiaban su optimismo a todas las grandes plazas europeas.
En España, el avance de ayer permitía cerrar la semana con una subida del 2,09 por ciento y limitaba la caída anual al 21,14 por ciento.
En el mercado de deuda, la prima de riesgo bajaba hasta los 543 puntos básicos al cierre después de haber alcanzado los 617 durante la sesión, aunque no conseguía recuperarse completamente del alza del jueves.
Las contundentes palabras pronunciadas por Draghi el jueves pasado, cuando aseguró que haría "todo lo necesario" para salvar el euro, desataron la euforia en los mercados, lo que permitió relajar la prima de riesgo española en casi cien puntos y a la bolsa subir más de un 10 por ciento en apenas tres sesiones.
Estas declaraciones pusieron todas las miradas en la reunión que celebraba anteayer el BCE, que se saldó con una gran decepción ante la falta de medidas concretas y por los condicionantes impuestos.