Los socios de coalición de la canciller alemana, Angela Merkel, han planteado someter a referéndum el futuro político de Europa y una eventual colectivización de la deuda de la zona euro, por considerar que una creciente cesión de soberanía a las instituciones de la UE extralimita la Constitución alemana.
"Se debe dejar al ciudadano decidir, llegado el momento, acerca de la colectivización de la deuda en la zona euro", apunta, en declaraciones que publicó ayer el diario "Die Welt", Horst Seehofer, líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU), de Merkel.
Para Seehofer, en caso de que se opte por la emisión de eurobonos o cualquier otra fórmula de responsabilidad compartida sobre la deuda, así como una nueva ampliación de la UE, debe someterse primero la cuestión a consulta ciudadana.
"Sólo con una mayor participación ciudadana quedaría legitimada esa vía", apunta Seehofer, quien recuerda que tanto los eurobonos como un fondo de amortización implicaría "la ayuda financiera alemana" a otros socios de la UE.
En términos semejantes se pronunció el ministro de Asuntos Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, así como el jefe del grupo parlamentario de esa formación gubernamental, Rainer Brüderle.
"Espero que algún día tengamos una auténtica Constitución europea y que se someta al correspondiente referéndum", apunta Westerwelle, en declaraciones al dominical "Welt am Sonntag", para insistir a continuación en su rechazo a la emisión de eurobonos.
El ministro de Asuntos Exteriores se suma así a las declaraciones que hizo ayer su correligionario Brüderle, que apuntaba a que "llegado el momento" será necesario someter a referéndum el futuro de Europa.
La posibilidad de un referéndum implicaría una enmienda constitucional, puesto que a diferencia de otros estados europeos, en que se han sometido a consulta popular asuntos relativos a la UE, en Alemania no se contempla esa vía.
El propio ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de la CDU, no descartó esta misma semana la posibilidad de un referéndum en caso de cederse más competencias a Bruselas.
La crisis de la zona euro estará sobre la mesa de la canciller como temas prioritarios con la reincorporación de Merkel a Berlín, el lunes, tras tres semanas de vacaciones.
Hasta ahora, el Ejecutivo ha rechazado frontalmente toda fórmula de eurobonos o la alternativa de un fondo de amortización, por encima de las presiones dentro de la zona euro en sentido contrario.
Una mayoría de los ciudadanos se opone a la colectivización de la deuda, por el temor a ver peligrar la solvencia crediticia alemana.
Según una encuesta difundida ayer por el semanario "Focus" un 52 por ciento de los ciudadanos alemanes rechazan los eurobonos, incluso si la UE asume el control de los presupuestos nacionales, frente a un 31 por ciento de partidarios.
El Partido Socialdemócrata (SPD), primera fuerza de la oposición, era contrario hasta ahora toda colectivización, aunque a principios de semana su presidente, Sigmar Gabriel, se pronunció a favor de articular una forma de "responsabilidad compartida" sobre la deuda.
La idea de una consulta ciudadana, ahora a debate en las filas de Merkel, partió asimismo de Gabriel, quien apuesta por un cambio radical de rumbo en la política alemana respecto a la UE.
A ese pronunciamientos siguieron, en términos semejantes, los del jefe del grupo parlamentario del Partido Socialdemócrata (SPD), Frank-Walter Steinmeier, así como del exministro de Finanzas, Peer Steinbrük.