La bolsa española consiguió ayer una subida del 7,28 por ciento en la segunda mejor semana del año, en la que la prima de riesgo -que mide el sobrecoste de la deuda nacional respecto a la germana- bjó hasta 495 puntos básicos.
Las principales plazas internacionales consiguieron ganancias inferiores: Milán avanzó el 3,96 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,99 por ciento; París, el 1,54 por ciento; Fráncfort, el 1,39 por ciento, y Londres, el 0,09 por ciento. Wall Street subió entre el 0,5 y el 1 por ciento, y Tokio, el 3,05 por ciento.
La notable mejoría del mercado de deuda ha permitido que el parqué nacional encadenara la tercera semana consecutiva de ganancias, en las que acumula una revalorización del 21,05 por ciento que le ha aproximado a 7.600 puntos, precio desconocido desde el pasado mes de abril.
Los bonos españoles se beneficiaban de diversos factores o noticias, como el exceso de venta habido con anterioridad; de la seguridad de los inversores de que España pedirá ayuda a Europa; del apoyo dado por la canciller alemana, Angela Merkel, al euro o de que se use parte del dinero de la ayuda bancaria para comprar deuda.
De esta manera, el rendimiento de la deuda nacional a diez años bajó en esta semana del 6,91 al 6,44 por ciento (el interés del bono alemán subía del 1,39 al 1,5 por ciento al empeorar las expectativas económicas germanas), con lo que la prima de riesgo cayó de 552 a 495 puntos básicos, nivel que no alcanzaba desde el inicio de julio.
Para que la bolsa española pudiera acabar todas las sesiones de esta semana con ganancias, racha que no igualaba desde los últimos días de junio y los primeros de julio, se necesitó el apoyo de algunas estadísticas económicas estadounidenses y la visión optimista de otros datos europeos.
Entre las cifras de la mayor economía del mundo destacó el aumento de la confianza de sus consumidores, la subida de las ventas minoristas o el alza de los permisos de construcción, en tanto que en Europa se vio con buenos ojos que el PIB alemán creciera el 0,3 por ciento en el segundo trimestre y que el francés no variara cuando se esperaba que cayera.