El congresista Paul Ryan aceptó la nominación republicana como candidato a la Vicepresidencia de Estados Unidos y aseguró que Mitt Romney y él disponen de un plan para dar un "giro" radical a la economía del país.
"Acepto el llamado de mi generación para dar a nuestros hijos los EE.UU. que heredamos, con oportunidad para los jóvenes y seguridad para los ancianos, y sé que estamos listos", comenzó diciendo Ryan, quien logró suscitar el entusiasmo de los delegados -algunos hasta las lágrimas- ante la Convención Nacional Republicana en Tampa (Florida).
En su discurso, Ryan criticó la "falta de liderazgo" del presidente Barack Obama, quien aspira a la reelección, y prometió que él y Romney están listos para gobernar y resolverán "los problemas económicos de esta nación".
Ante los millares de delegados que participan en la convención conservadora, el joven congresista por Wisconsin, curtido en las batallas presupuestarias, aseguró que el tándem Romney-Ryan fortalecerá a la clase media, si gana las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.
"Tenemos un plan para una clase media más fuerte, con la meta de generar 12 millones de nuevos empleos en los próximos cuatro años", subrayó Ryan, quien criticó el crecimiento disparado de la deuda durante el mandato de Obama.
Después de cuatro años de "dar vueltas", en alusión a las "promesas rotas" y "fracasos económicos" de Obama, EE.UU. necesita "un giro" y el hombre para esa tarea "es el (ex)gobernador Romney", dijo Ryan entre aplausos.
El candidato dirigió afilados dardos contra los demócratas, que fueron jaleados con entusiasmo en el estadio por los asistentes.
"Se les han acabado las ideas, su momento vino y se fue. El miedo y la división es todo lo que les queda", afirmó Ryan, quien dedicó la mayor parte de su discurso a atacar a la actual Administración.