Más de la mitad de las estaciones de servicio de Nueva York y Nueva Jersey continúan cerradas y sin suministro de combustible tras el paso del huracán 'Sandy' en la noche del lunes al martes por la costa este de Estados Unidos, según fuentes empresariales.
La ciudad de Nueva York continuaba ayer marcada por las grandes colas de vehículos en las gasolineras, algunas de las cuales tienen combustible pero no pueden suministrarlo porque continúan sin energía eléctrica, mientras que otras se quedan de inmediato sin carburante por la elevada demanda.
La escasez de gasolineras en pleno funcionamiento ocasionará nuevos problemas en la región en un momento en el que servicio de Metro continúa suspendido por las inundaciones en los túneles, al igual que los trenes de cercanías, y los pocos autobuses que operan afrontar grandes aglomeraciones de tráfico y vías cortadas por los desperfecto causados por el huracán 'Sandy'.
En Nueva York, las gasolineras de Long Island y de Staten Island han informado de que no tienen apenas suministros, mientras crecen las filas de vehículos esperando a repostar en Queens. En Nueva Jersey, la mitad de los negocios continúan cerrados y un porcentaje similar de hogares permanecen sin electricidad.
Según el presidente de la Asociación de Automóviles y Estaciones de Servicios (NJGCA), Sal Risalvato, más del 80 por ciento de las gasolineras no pueden suministrar gasolina. "Van a ser unos días complicados hasta que podamos ver los suministros eléctricos y de gasolina restablecidos", ha explicado.
El mayor problema en Nueva York y Nueva Jersey tras el paso del devastador huracán 'Sandy' no es la escasez de carburantes sino que continúan los cortes eléctricos en muchas zonas y que los problemas provocados por el huracán en las vías de transporte están complicando la llegada de combustible desde las refinerías a las estaciones de servicio.