El consumo en los hogares españoles caerá en 5.292 millones de euros este año debido a la pérdida de poder adquisitivo, el descenso de la renta bruta disponible y el reciente incremento del IVA, a lo que se suma un eventual aumento de la inflación de 0,12 puntos del conjunto de la economía, según se desprende de un informe sobre el sector agroalimentario elaborado por CESCE.
El estudio pone de manifiesto que ante el actual marco macroeconómico y la inestabilidad que vive el país, se necesita prudencia en el sector, ya que se ha recortado el consumo de los hogares y continúa en descenso.
"Ante esta situación, las exportaciones son las que han permitido en 2011 y permitirán en el futuro, salvar a los distintos subsectores alimenticios: bebidas, cárnico, lácteo, aceites, conservas y hortofrutícola", señala el informe.
En concreto, el sector de las bebidas presenta unas perspectivas negativas para 2012, con un comportamiento más dinámico a corto plazo en el mercado de las bebidas light, energéticas y para deportistas, mientras las bebidas de té, que habían mantenido una evolución muy favorable en 2011, con un alza del 15,3 por ciento, experimentarán un retroceso.
Respecto a la industria vinícola, España se mantiene como el tercer productor mundial de vino, por detrás de Francia e Italia, con producciones anuales de 50 y 40 millones de hectolitros, respectivamente.
Las previsiones para este año, según el estudio, apuntan a una nueva contracción del valor del mercado, estimada en torno al 2 por ciento, en un marco de estancamiento del consumo de los hogares y prolongación de la tendencia descendente de las ventas en el canal de la hostelería, restauración y catering.