El Gobierno argelino se mostró ayer satisfecho por el discurso pronunciado en Argel por el presidente de Francia, Francois Hollande, en el que reconoció que durante los 132 años de colonización francesa "Argelia estuvo sometida a un sistema profundamente injusto y brutal".
Para el ministro argelino de Muyahidín (Combatientes), Mohamed Sherif Abbas, uno de los que con más insistencia exigen a París que reconozca los crímenes cometidos durante dicho periodo, las palabras pronunciadas por Hollande "se acercan, como nosotros deseamos", al reconocimiento de los crímenes del colonialismo francés contra el pueblo argelino.
Según recoge la agencia oficial argelina, APS, Abbas declaró que el jefe del Estado francés pronunció un "discurso optimista" e hizo "una buena declaración".
Más allá de las excelentes relaciones económicas entre ambos países -Francia es el principal proveedor de Argelia y su tercer cliente-, los lazos políticos se ven afectados periódicamente por desencuentros de distinto calado como consecuencia de la colonización y los ocho años de sangrienta guerra de independencia.
Poco después de su elección como presidente francés, el pasado mayo, Hollande reconoció la desmedida represión policial contra una manifestación de argelinos en París a favor de la independencia, ocurrida el 17 de octubre de 1961.
Un gesto de buena voluntad previo a su visita, la primera que realiza a Argelia como jefe del Estado, que no satisfizo a los más exigentes como Sherif Abbas, que respondió a Hollande asegurando que los argelinos querían "un reconocimiento sincero de los crímenes perpetrados contra ellos por el colonialismo francés".
Para el ministro de Asuntos Exteriores, Murad Medelci, el discurso pronunciado ayer por Hollande ante los representantes de las dos cámaras del Parlamento "no ocultó ni el pasado ni el futuro".
En unas declaraciones a la APS, Medelci comentó que Hollande "situó en el centro de su intervención la injusticia del sistema colonial y el gran sufrimiento del pueblo argelino" durante el sistema colonial.
Además, según Medelci, el presidente francés puso de relieve "la cultura de la paz y del respeto al otro", que constituyen los principios sobre los que, según el jefe de la diplomacia argelina, se sustenta Argelia y su diplomacia.
"Durante 132 años, Argelia estuvo sometida a un sistema profundamente injusto y brutal. Este sistema tiene un nombre, la colonización (...) reconozco los sufrimientos infligidos al pueblo argelino", dijo Hollande en su segunda jornada de visita a la antigua colonia.
Ante los parlamentarios, Hollande rememoró, en particular, la masacre de miles de argelinos que reivindicaban la independencia en las ciudades de Setif y Guelma, el 8 de mayo de 1945, y evocó, en general, "todas las circunstancias de la guerra de Argel", que se extendió desde 1954 hasta la independencia, en 1962.
"Debemos tener respeto por todos los recuerdos, el deber de divulgar la violencia, la injusticia y la tortura", dijo antes de subrayar que nada se construye sobre el olvido y que la verdad "une y no divide".
La visita, que finalizará en la ciudad de Tlemecén, en el oeste del país, donde Hollande será nombrado doctor honoris causa por la universidad de Abubaker Belkaid, ha estado también marcada por la firma de una declaración de amistad y de importantes acuerdos económicos.
En este sentido Hollande comentó que "la economía debe ser el centro" de las relaciones bilaterales.
El acuerdo más destacado en el terreno económico ha sido la rúbrica de un proyecto para la construcción de una planta de montaje de vehículos Renault en la ciudad de Orán, que contará con una dotación financiera de mil millones de euros.
La planta, la primera de sus características en Argelia, tendrá una capacidad de 75.000 unidades y destinará parte de su producción a la exportación a otros países africanos.