El ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, defenidó ayer que es "bastante razonable" que el borrador de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) contemple una materia alternativa y "equivalente" a la asignatura de Religión, para evitar que el hecho de recibir o no religión no suponga "discriminación alguna" en la actividad escolar.
Así respondió el titular de Educación en la sesión de control al Gobierno en el Senado al parlamentario del PSOE Emilio Álvarez Villazán sobre si existe alguna razón distinta para atender la reivindicación de la Conferencia Episcopal Española para que el borrador de la reforma educativa recupere la asignatura alternativa de Religión."Dado que Religión se imparte dentro del horario escolar, está demandado que exista una materia equivalente y no la llamada 'Atención educativa', que en la práctica se traducía en una hora de biblioteca o de recreo", defendió Wert.
Según detalló, a la asignatura de Religión optan tres cuartas partes de los alumnos de Primaria y más de la mitad de los alumnos de la ESO. "Es tan simple como esto y tan susceptible de consenso como todo esto", dijo.
En este sentido, Wert recordó que Religión es una materia optativa, condicionada por los acuerdos suscritos en 1979 entre el Estado español y la Santa Sede, que señalan que en ningún caso tomar esta asignatura debe suponer una desventaja, "como sería de hecho la no existencia de esa alternativa", advirtió.
De hecho, destacó que en doce países de la UE existe esta asignatura, y en buena parte de ellos es una materia de ética y también de valores morales y culturales.
Mientras, el senador socialista resaltó que el consenso en la enseñanza de la religión estaba ya superado hasta que apareció el borrador de la LOMCE.
A su juicio, la única solución "lógica" es cumplir la Constitución y los acuerdos con la Santa Sede, es decir, que los alumnos tengan plena voluntariedad a la hora de elegir la asignatura.