El papa Benedicto XVI llamó ayer a poner fin a la violencia y a "la matanza de civiles indefensos" en los diferentes conflictos armados que azotan el mundo.
El papa hizo este llamamiento ante los miles de fieles que, pese a las adversas condiciones atmosféricas, se reunieron en la plaza de San Pedro del Vaticano para el tradicional rezo del Ángelus dominical. Asimismo, Benedicto XVI exhortó a "encontrar el valor" para buscar el camino del diálogo y la negociación en esos conflictos en curso.
Por otro lado, el papa Benedicto XVI lamentó las históricas divisiones que han separado a los cristianos y que todavía no han sido superadas e invitó a rezar por la unidad y a superar las discriminaciones injustas.
"La Iglesia es la esposa de Cristo, que la hace santa y bella con su gracia. Sin embargo, esta esposa, formada por seres humanos siempre necesita purificación. Una de las faltas más graves que dañan el rostro de la Iglesia es la que va contra su unidad visible", manifestó el pontífice.
El Papa recordó que entre el 18 y el 25 de enero se celebra la Semana de oración para la unidad de los cristianos, que este año se presenta bajo la propuesta de "caminar con decisión hacia la unidad visible de todos los cristianos y a superar cualquier tipo de discriminación injusta".