El producto interior bruto (PIB) español caerá este año un 1,5 por ciento, lo que supone un agravamiento de una décima de la recesión del 1,4 por ciento con la que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que España cerró 2012, mientras que la economía española se expandirá un 0,8 por ciento en 2014, según refleja la actualización del informe de 'Perspectivas de la economía mundial' elaborado por la institución internacional.
De este modo, las nuevas proyecciones del FMI para la economía española mejoran en una décima el pronóstico de contracción del PIB de España en 2012, pero implican un empeoramiento de dos décimas respecto a las anteriores previsiones del Fondo para España en 2013 y 2014.
Las previsiones oficiales del Gobierno contemplan una caída del 1,5 por ciento del PIB español en 2012, aunque recientemente se haya apuntado que la recesión de la economía española finalmente será del 1,3 por ciento, mientras que para 2013 el Ejecutivo espera una contracción del PIB de medio punto porcentual, tres veces menos que lo estimado por el FMI, y apuesta por un robusto crecimiento del 1,2 por ciento en 2014.
caída del PIB
Por otro lado, la economía española cayó el 1,3 por ciento en 2012, después de que en los últimos tres meses del año la recesión se intensificara y el PIB retrocediera el 0,6 por ciento respecto al trimestre anterior, en tanto que el nivel de desempleo se acercó al 26 por ciento, según la estimación publicada ayer por el Banco de España. En su último boletín económico mensual, la entidad dice que la caída del PIB se debe a una contracción de la demanda nacional superior a la del año precedente (3,9 por ciento), tanto en consumo como en inversión, mientras que la demanda exterior atenuó la contracción con una aportación positiva de 2,6 puntos porcentuales, gracias al avance de las exportaciones y al descenso de las importaciones.
El empleo disminuyó en 2012 a un ritmo superior al año previo, con un descenso estimado del 4,3 por ciento, en buena parte por la pérdida de empleo público, que ha caído por primera vez desde que se iniciara la crisis como consecuencia de la aplicación de los planes de reequilibrio financiero de las Comunidades Autónomas.
Como en años anteriores, la pérdida de empleo se concentró en los trabajadores con contrato temporal, mientras que la evolución no fue tan negativa para los trabajos a tiempo parcial.
Todas las ramas productivas cayeron en 2012 tanto en actividad como en empleo, con mayor intensidad en el sector de la construcción.