La economía de la zona del euro profundizó su recesión en el cuarto trimestre de 2012 con una contracción del 0,6 por ciento, tres meses en los que Alemania registró también un crecimiento negativo del 0,6 por ciento, según los datos avanzados ayer por Eurostat.
La economía de la eurozona mantiene así su tendencia a la baja tras entrar en recesión técnica en el tercer trimestre del año, en el que registró una contracción de un 0,1 por ciento, que se sumó a la caída de un 0,2 por ciento sufrida en el período inmediatamente anterior.
Estos datos "son peores de lo esperado en varios países", según reconoció ayer el portavoz económico de la Comisión Europea, Simon O'Connor, en la rueda de prensa diaria de la institución, aunque "mejores de lo esperado en otros, como España".
El tropiezo de la locomotora alemana, que en el trimestre anterior había crecido un leve 0,2 por ciento, viene acompañado de una caída del PIB generalizado en prácticamente todos los países de la zona euro, incluida la segunda economía de los Diecisiete, Francia, que retrocedió un 0,3 por ciento respecto al trimestre anterior.
Por su parte, España mantuvo su tendencia a la baja con una caída mayor (-0,7 por ciento) entre octubre y diciembre respecto a la registrada en los otros trimestre del año (-0,4 por ciento tanto en el primero como en el segundo y un -0,3 por ciento en el tercero).
O'Connor resaltó que, en general, el crecimiento de los Estados miembros está "por debajo de las expectativas de los mercados" y destacó la debilidad de la actividad económica, que estimó que no se recuperará hasta la segunda mitad de 2013.
El portavoz recordó que, aún cuando el crecimiento económico comience a despegar, habrá un "desfase" que retrasará su impacto positivo sobre la creación de empleo.
Austria es otro de los países que abandonó la senda del crecimiento, con un retroceso del 0,2 por ciento entre octubre y diciembre de 2012, mientras que Bélgica -que había eludido la recesión en el tercer trimestre del año con un estancamiento de su economía- volvió a retroceder un 0,1 por ciento.