La Catedral de Santiago de Compostela acogerá hoy lunes a las 19 horas un funeral oficial por las víctimas del accidente ferroviario que tuvo lugar en Angrois. Asimismo, el Gobierno de Cantabria, el Parlamento regional y el Ayuntamiento de Reocín rindieron ayer homenaje a las víctimas.
El funeral será oficiado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y está confirmada la asistencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su esposa, los Príncipes de Asturias así como del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y otras altas autoridades del Estado, varios miembros del Gobierno y presidentes de diversas comunidades.
También acudirá la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, alcaldes de diferentes localidades y otros representantes autonómicos, provinciales y locales, tanto de Galicia como de otras partes de España.
Finalizada la ceremonia religiosa, las autoridades saludarán a los familiares de las víctimas presentes en la catedral compostelana.
A este respecto, Protocolo del Estado de la Presidencia del Gobierno se coordina con la Xunta de Galicia para informar de la asistencia de las diferentes autoridades y su colocación en la catedral.
En un comunicado remitido por el Ministerio de la Presidencia, el Gobierno, en vista de "algunas confusiones que se están produciendo" sobre el carácter de este acto, aclara que no se trata de un funeral de Estado, sino de un funeral oficial.
Así, explica que los funerales de Estado se celebran únicamente en memoria de exjefes de Estado o de Gobierno u otras personalidades de relevancia histórica para el país, y en algunos casos de fallecidos en atentados terroristas.
El Gobierno señala que este tipo de funerales requiere "un margen de tiempo suficiente para los preparativos", puesto que a ellos se convoca también a otras autoridades, como dirigentes internacionales o representantes del Cuerpo Diplomático.
Efectos personales
Los sentimientos de dolor de aquellos que han perdido a sus seres queridos en la tragedia se entremezclan en el pabellón deportivo del Instituto Rosalía de Castro, con la sensación agridulce de aquellos que han sobrevivido y que acuden a recoger sus efectos personales.
El duro peregrinaje para recoger pertenencias que para algunos constituyen ya sólo recuerdos de sus seres queridos ha provocado que se viviese algún momento de comprensible tensión.
Así, varios familiares han increpando a profesionales de los medios de comunicación que se encontraban a las puertas del centro donde están depositados los equipajes que viajaban en el Alvia siniestrado el miércoles.
Agrias disputas
Familiares de víctimas, visiblemente nerviosos mientras salían portando varios bultos, han solicitado no ser fotografiados ni grabados a la salida del lugar, una indicación que no fue del todo cumplida, lo que acabó provocando una agria disputa, dada la tensión acumulada.
Entre el equipaje hay maletas, bolsas y mochilas, muchas rotas y todas ellas llenas de polvo, que evocan los planes frutados de los 218 pasajeros que viajaban en el tren. Además, algunos de los familiares han informado de que hay efectos personales calcinados, dado que en algún vagón se declaró un incendio tras el descarrilamiento.
Peluche
El dinosaurio de peluche de Carlos Daniel, el pequeño venezolano que había perdido este juguete durante la tragedia, ya se ha convertido en símbolo de la esperanza de los supervivientes.
Antes del mediodía de este domingo, el padre del pequeño Carlos Daniel se ha acercado al pabellón del Instituto Rosalía de Castro para recuperar sus pertenencias. Entre ellas, logró localizar el enorme dinosaurio verde y amarillo que se había perdido en la curva de Angrois en la que el tren descarriló.
El padre, que se llama Daniel, y que viajaba en el tren camino de Ferrol junto a su hijo, esposa y su otra hija de mes y medio, ha comentado a los medios de comunicación que sus pequeños no han sufrido ninguna consecuencia física a raíz del accidente, pero sí han resultado afectados en "la parte psicológica".