El Papa Francisco ha asegurado la experiencia de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), celebradas la pasada semana en Río de Janeiro, ha ayudado a aquellos jóvenes que viven el "veneno del vacío de una sociedad que los ilusiona con el consumismo".
"La verdadera riqueza es el amor de Dios compartido con los hermanos" , ha indicado el Santo Padre, durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro de Roma, en donde, además, ha advertido de "el absurdo de basar la propia felicidad sobre el tener".
Francisco ha calificado su experiencia en la JMJ como "una nueva etapa en la peregrinación de los jóvenes a través de los continentes con la cruz de Cristo". En este sentido, ha indicado que "las JMJ no son fuegos de artificio, sino etapas de un largo camino".
"Los jóvenes no siguen al Papa, siguen a Jesucristo llevando su cruz. Y el Papa los guía y los acompaña en este camino de fe y de esperanza", ha añadido durante el rezo.
Después de agradecer y pedir al Señor que recompense a todos los que han trabajado para esta "gran fiesta de la fe y el encuentro con el pueblo y los pastores", el Obispo de Roma pidió rezar para que los jóvenes que participaron de la JMJ, "puedan traducir esta experiencia en su camino cotidiano, en el comportamiento de todos los días y que puedan traducirlo también en elecciones importantes de vida, respondiendo a la llamada personal del Señor".
Mensaje
Por otra parte, el Papa Francisco ha enviado un mensaje a los musulmanes de todo el mundo para felicitarles por la fiesta de 'Id al-Fitr', que marca el final del Ramadán, en el que les pide tanto a ellos como a los cristianos que sean "verdaderos promotores de respeto mutuo y amistad", en particular, a través de la educación.
El Pontífice indica que este año ha decidido firmar él mismo este mensaje, que suele enviar el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, como una expresión de "estima y amistad" para todos los musulmanes, especialmente para los líderes religiosos.
Precisamente, destaca que observa ciertos "paralelismos" en lo que se refiere a la importancia de la familia y de las dimensiones sociales entre los musulmanes y la fe y la práctica cristiana.
Además, como cada año, el Papa propone un tema de reflexión: promover el respeto mutuo a través de la educación. Concretamente, explica que el respeto supone "una actitud de amabilidad hacia las personas por las cuales se tiene consideración y estima" y que con la palabra 'mutuo' quiere decir que no es un proceso unidireccional sino algo compartido por ambas partes.
El Papa Francisco puntualiza que lo primero que hay que respetar en cada persona es "su vida, su integridad física, su dignidad y sus derechos derivados de esta dignidad, su reputación, su propiedad, su identidad cultural y étnica, sus ideas y sus opciones políticas".
Además, según apunta, cristianos y musulmanes están llamados a "pensar, hablar y escribir respetuosamente" sobre el otro no solo en su presencia sino siempre y en todo lugar, "evitando críticas injustas o difamación". En esta tarea, según ha añadido, juegan un papel importante las familias, escuelas, profesores de religión y medios.
Atendiendo a las creencias religiosas, destaca que las personas están llamadas a respetar la religión del otro, sus enseñanzas, sus símbolos, sus valores y remarca que se debe especial respeto a los líderes religiosos y los lugares de culto. "¡Qué dolorosos son los ataques a uno u otro!", exclama.
"Sabemos que el respeto mutuo es fundamental en cualquier relación humana, especialmente entre personas que profesan una creencia religiosa. Por este camino, puede crecer una amistad sincera y duradera", asegura.
Finalmente, recuerda las palabras que pronunció cuando recibió al Cuerpo Diplómatico acreditado ante la Santa Sede el 22 de marzo de 2013: "No es posible establecer verdaderos lazos con Dios mientras se ignora a otras personas. Por tanto, es importante intensificar el diálogo entre las diferentes religiones y estoy pensando particularmente en el diálogo con el Islam".
"Con estas palabras --señala-- quiero enfatizar una vez más la gran importancia del diálogo y la cooperación entre creyentes, en particular, entre cristianos y musulmanes".