El Papa Francisco ha firmado un Motu Proprio con el que aprueba nuevas normas para la prevención del blanqueo de dinero, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva que entrarán en vigor el próximo sábado 10 de agosto.
Concretamente, el documento recoge la obligación de los dicasterios del Vaticano, de los organismos dependientes de la Santa Sede, de las organizaciones sin ánimo de lucro con personalidad jurídica canónica y con sede en la Ciudad del Vaticano, a cumplir con las leyes del Estado del Vaticano en materia de medidas de prevención y lucha contra el blanqueo y la financiación del terrorismo.
Asimismo, indica que también están obligados a cumplir con las normas en materia de medidas contra aquellos sujetos que amenazan la paz y la seguridad internacional y de vigilancia de las entidades que realizan profesionalmente una actividad de naturaleza financiera.
Además, el Motu Proprio refuerza la función de vigilancia de la Autoridad de Información Financiera sobre aquellas entidades que desarrollan profesionalmente una actividad de naturaleza financiera, respondiendo así a una recomendación del Moneyval del Consejo de Europa.
También señala que los órganos judiciales competentes del Estado de la Ciudad del Vaticano ejercen la jurisdicción en las materias antes indicadas y también hacia los dicasterios y otros organismos y entidades dependientes de la Santa Sede y de las organizaciones sin ánimo de lucro con personalidad jurídica canónica y con sede en la Ciudad del Vaticano.
El Papa instituye asimismo un Comité de Seguridad Financiera con el fin de coordinar la Autoridad competente de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano en materia de prevención y lucha contra el blanqueo, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva.
De esta forma, según precisa, la Santa Sede participa en el esfuerzo de la Comunidad Internacional para la protección y la promoción de la integridad, estabilidad y transparencia del sector económico y financiero y para la prevención y la lucha contra las actividades criminales.
"La promoción del desarrollo humano integral sobre el plano material y moral requiere una profunda reflexión sobre la vocación de los sectores económico y financiero y sobre su correspondencia con el fin último de la realización del bien común", apunta.