Miles de islamistas se manifestaron ayer en el centro de El Cairo en un desafío a las amenazas de las autoridades, que quieren desmantelar las acampadas de los seguidores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi.
La marcha -convocada por la Coalición Nacional de Defensa de la Legitimidad, a la que pertenecen varios grupos islamistas, entre ellos los Hermanos Musulmanes- partió después del mediodía local de la mezquita de Fath, en el distrito de Ramsés, hacia la acampada de Rabea al Adauiya, en la zona de Ciudad Naser.
Según pudo constatar Efe, los manifestantes, la mayoría hombres, aunque también había algunas mujeres veladas, gritaron lemas como "Abajo el poder de los militares" y "Mursi, Mursi, no hay más Dios que Alá".
"Esta marcha es para confirmar que los revolucionarios no tenemos miedo de las amenazas de ayer de que iban a disolver la protesta en Rabea al Adauiya. Vamos a continuar con estas manifestaciones pacíficas hasta que logremos la legitimidad", dijo el ingeniero Said Mohamed Zuilam, de 37 años, que portaba una fotografía de Mursi.
La manifestación interrumpió el tráfico en uno de los carriles de la calle Ramsés, en cuyos lados decenas de curiosos grababan con sus teléfonos móviles la protesta.
La convocatoria de movilizaciones de ayer se produce tras las informaciones difundidas el domingo que apuntaban a una inminente intervención de las fuerzas del orden para desmantelar las acampadas en las plazas de Rabea al Adauiya y del Nahda, levantadas después de que Mursi fuera depuesto por el ejército el pasado 3 de julio.
Por otra parte, la Justicia egipcia ordenó hoy renovar por otros quince días la detención preventiva del depuesto presidente Mohamed Mursi.