Al menos 59 personas murieron ayer y 167 resultaron heridas en un atentado con coche bomba y un tiroteo en la sede del Ministerio yemení de Defensa en Saná, el ataque de mayor envergadura contra este complejo.
Aunque las fuerzas de seguridad yemeníes son blanco frecuente de la red terrorista Al Qaeda, y el ministro de Defensa, Mohamed Naser Ahmed, ha sido víctima de varios intentos de asesinato, la sede ministerial no había sufrido un ataque similar.
Las autoridades todavía no han acusado a ningún grupo de lo sucedido en el complejo de Defensa, donde también irrumpieron varios hombres armados, pero la dimensión y complejidad del ataque parecen apuntar a Al Qaeda en la Península Arábiga, con base en el Yemen.
Según un comunicado de ese ministerio, el ataque causó al menos 52 muertos y 167 heridos, entre los que hay extranjeros.
Entre los fallecidos figuran médicos, enfermeros, pacientes y visitantes, civiles y militares, además del juez Abdel Yalil Nuaman, integrante del Congreso del Diálogo Nacional, y su mujer.
Por parte del personal sanitario que trabajaba en el hospital del complejo también murieron dos médicos de Alemania, dos de Vietnam y una del Yemen, así como dos enfermeras de Filipinas y una de la India, dice el comunicado.
Además, siete de los atacantes también perdieron la vida, según dijeron a Efe fuentes médicas.
Una fuente de la Guardia Presidencial aseguró además a Efe que el presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, se hallaba en el mismo hospital en el momento del ataque, pero la agencia oficial Saba desmintió ese extremo al indicar que la visita del mandatario al ministerio fue posterior, para informarse del atentado.
El ataque coordinado comenzó con la explosión de un coche bomba, conducido por un suicida, en la entrada oriental de la sede ministerial.