El juez del caso Invercaria ha imputado a una serie de exdirectivos de esa empresa de capital riesgo andaluza, entre ellos a Juan María González Mejías, sobrino del expresidente del Gobierno Felipe González, por haber sido un «trabajador fantasma» o «intruso» y haber recibido préstamos irregulares.
Fuentes del caso han informado a Efe de que el juez de instrucción 16 de Sevilla ha citado el 20 de octubre a González Mejías, al expresidente de Invercaria Tomás Pérez Sauquillo, al exdirector de Promoción Cristóbal Cantos y al exdirector Financiero Antonio Nieto.
El juez acuerda abrir en el caso Invercaria una pieza nueva titulada «Personal», pide diferente documentación sobre los despidos y acuerda remitir el atestado del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía en que se basan estas últimas imputaciones a los peritos que ya estudian las indemnizaciones por despido en Invercaria.
Inversiones
Las nuevas imputaciones se han producido en la causa judicial que investiga una treintena de inversiones de la sociedad de capital riesgo Invercaria, caso en el que ya han declarado como imputadas veinte personas en la rama central y en los cuatro sumarios investigados hasta ahora.
La Fiscalía Anticorrupción había pedido la imputación de estas personas después de que un informe del Grupo de Blanqueo de la Policía diese cuenta de posibles «trabajadores fantasma» como González Mejías por haber compartido durante meses el mismo cargo de director de Promoción con Cristóbal Cantos.
Además, el atestado de la Policía sostuvo que Invercaria concedió préstamos personales a Cantos y González Mejías «por importes superiores a lo establecido en el convenio que regula las relaciones laborales».
Invercaria, presuntamente, concedió a González Mejías y Cantos unos préstamos personales superiores a los establecidos en convenio y luego se los condonó «incluyendo en la última nómina, antes de la extinción de la relación laboral, cuantías o conceptos desproporcionados y coincidentes con las deudas pendientes».
La Policía aseguró que ambos directivos «coincidieron con el mismo contrato» entre el 1 de noviembre de 2005 y el 10 de octubre de 2007, por lo que «necesariamente debe considerarse a González Mejías como un trabajador fantasma o intruso, es decir, que constando formalmente como trabajador dado de alta en la Seguridad Social en realidad no presta servicio de forma efectiva en la empresa».
El pasado día 5, González Mejías negó en un comunicado haber percibido retribuciones como «intruso» en Invercaria y aseguró que «jamás durante mi carrera profesional he percibido retribuciones sin haber desempeñado mi labor profesional, como puede darse a entender al utilizar los conceptos 'trabajador fantasma' o 'intruso'».
La nueva pieza abierta por el juez incluirá la documentación reclamada a Invercaria sobre contratos y finiquitos y además el juzgado remitirá el atestado del Grupo de Blanqueo de Capitales a los dos peritos de la Inspección de Trabajo que desde febrero pasado analizan «la contratación de personal de Invercaria y la prestación de servicios fuera del centro», los llamados «mochileros» que recogió la Cámara de Cuentas en su informe de fiscalización de 2009.
Los peritos, según encomendó entonces el juez Juan Gutiérrez Casillas, deberán informar también sobre «la procedencia o no de las cantidades abonadas o compensadas, en su caso».