Esquerra Republicana interpreta que la querella que el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, promueve contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y dos miembros de su gobierno por la consulta alternativa del 9N, se dirige en realidad contra «un pueblo entero», el que constituyen todos los catalanes que votaron ese día y que, por tanto, no va a servir para parar el proceso abierto en Cataluña que, según ha dicho, sigue «adelante con toda la fuerza» y «en forma».
Así lo ha asegurado en una rueda de prensa en el Congreso el portavoz de ERC en la Cámara Baja, Alfred Bosch, quien ha acusado al Gobierno de «explotar políticamente» a la Fiscalía para judicializar este asunto.
«Si creen que van a parar el proceso a fuerza de querellas o con burofax están muy equivocados», ha subrayado el dirigente independentista, quien ha recordado que la querella ni siquiera cuenta con el respaldo de los fiscales catalanes.
OTRA «GESTICULACION DEL PODER»
A su juicio de Bosch, la interposición de la misma es «una gesticulación más del poder» que evidencia que el Gobierno está utilizando a la Fiscalía «como un instrumento político más», igual que hizo en su momento y desde su punto de vista cuando impugnó la convocatoria de la consulta ante el Tribunal Constitucional.
«Tenemos la sensación de que al Gobierno le cuesta mucho entender que detrás de este proceso hay miles de voluntades que no se pueden cortar actuando contra dos o tres personas porque sale de la raíz de la sociedad civil catalana», ha resumido, incidiendo en que la única solución tiene que venir de la política y con una «salida democrática».