El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha convertido hoy es el primer candidato de la historia democrática que fracasa en su intento de ser investido presidente del Gobierno, al no obtener el respaldo del Congreso de los Diputados ni en primera ni en segunda votación.
A Sánchez le bastaba hoy con conseguir la mayoría simple -más síes que noes- y ha obtenido 131 votos a favor y 219 en contra, un voto afirmativo más que el pasado miércoles, cuando requería mayoría absoluta para ser designado jefe del Ejecutivo.
El secretario general del PSOE también ha sido el tercer candidato de nuestra historia reciente que ha tenido que acudir a una segunda votación para intentar conseguir su objetivo, después de Leopoldo Calvo Sotelo en 1981 y José Luis Rodríguez Zapatero, en 2008, aunque a diferencia de Sánchez ambos sí alcanzaron la Moncloa.
El 20 de febrero de 1981 comenzó la sesión de investidura del candidato de UCD a presidente Leopoldo Calvo Sotelo, que había sustituido al dimitido Adolfo Suárez.
Tras la presentación de su programa y el consiguiente debate, logró 169 votos a favor, 158 en contra y 17 abstenciones.
Al no obtener la mayoría absoluta requerida, se procedió a una segunda votación el 23 de febrero que fue interrumpida por el asalto al Congreso del teniente coronel Antonio Tejero y dos centenares de guardias civiles.
Fracasado el intento de golpe de Estado, la sesión de investidura continuó el 25 de febrero y el candidato fue elegido presidente con más apoyos que en la primera votación: 186 votos a favor, 158 en contra y ninguna abstención.
El 8 de abril de 2008 comenzó la sesión de investidura del candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que optaba a la reelección tras los comicios celebrados en marzo de ese año.
En la votación del día siguiente no consiguió el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara, ya que sólo contó con 168 votos a favor, mientras que 158 diputados votaron en contra y 23 se abstuvieron.
La segunda votación se celebró el 11 de abril y Rodríguez Zapatero fue elegido presidente por mayoría simple al contar con la confianza de 169 diputados, el voto contrario de 158 y la abstención de 23.
Con la investidura frustrada de Pedro Sánchez se abre ahora un periodo de dos meses en el que si nadie es investido se convocarán nuevas elecciones generales para el próximo 26 de junio.