El Juzgado de lo Penal número 1 de Almería ha acogido este viernes la vista contra Óscar B., acusado de un delito de extorsión en tentativa después de que supuestamente reclamara al cantante David Bisbal una cierta cantidad de dinero por recuperar una línea telefónica que el artista había dado de baja y que posteriormente había sido adjudicada al acusado, quien presuntamente la empleó para enviar y recibir mensajes, correos electrónicos y fotos del entorno del almeriense haciéndose pasar, en ocasiones, por el propio cantante.
El acusado, que no ha comparecido en sala y para quien la Fiscalía solicita nueve meses de prisión por un delito de extorsión en grado de tentativa recogido en el artículo 243 del Código Penal, se habría hecho con información personal del artista mediante el número de teléfono, al que seguían contactando amigos y familiares de Bisbal después de que el artista lo diera de baja «por error».
El propio Bisbal ha declarado como perjudicado en sala ante las preguntas de la acusación que él ejerce, la defensa y la Fiscalía, ante la que ha señalado que esta «persona anónima» contactó con él mediante un correo electrónico que le envió a dos cuentas personales. «Se hizo pasar por mí para tener información de mis amigos», ha asegurado el artista, quien ha reconocido su «preocupación» por esta cuestión.
Bisbal ha lamentado que algunos de sus allegados hablaran con el acusado «hasta que se dieron cuenta de que no era yo», puesto que el acusado habría tratado de imitarle cuando hacía uso del teléfono. El perjudicado había dado de baja la línea 15 días antes de que pasara a manos de un tercero, según ha detallado ante una sala con abundante presencia de público y ante la que ha felicitado las fiestas navideñas a su llegada.
«Me sentí intimidado, preocupado», ha relatado el artista, quien ha felicitado a la Guardia Civil por su labor para identificar al sospechoso, quien «tenía un plan», según su percepción. Así, ha negado ante las preguntas de la defensa que el acusado tuviera voluntad de solucionar el asunto deshaciéndose de la línea que le habían asignado, ya que «cuanto más hablábamos, más pedía o más extorsionaba», ha dicho. «Si a mí me pasa eso, lo primero que hago es darme de baja», ha zanjado.
Videollamada de su hermana
En el acto de juicio ha declarado también la hermana del cantante, quien ha precisado que la línea se dio de baja «por error» entre marzo y abril del pasado año, si bien ella contactó con posterioridad con su hermano a ese mismo número con su ordenador por videollamada sin recordar que el número que tenía memorizado era el que ya se había dado de baja.
Así, ha explicado que el acusado descolgó y le dijo que «era un amigo de David» y que podía darle un recado para él, ante lo que la hermana del perjudicado colgó «automáticamente». Posteriormente, al darse cuenta de que había llamado a un número que ya no pertenecía a su hermano, lo telefoneó desde su móvil y le narró lo sucedido. Según su relato, Bisbal «se sorprendió» y le explicó que otras personas de su entorno habían contactado supuestamente con el acusado al tratar de hablar con él.
La hermana de la víctima pudo reconocer ante la policía el rostro del acusado, hecho que ha ratificado en sala. También ha declarado por videoconferencia un amigo del cantante, a quien el propio artista le confesó el problema, sentido en el que, al día siguiente, llamó al acusado para tratar de recuperar la línea puesto que «la estaban usando otros».
El acusado «se lo estaba pasando muy bien»
«Dijo que no podía hablar y luego mandó mensajes», ha relatado el amigo de Bisbal, quien ha precisado que a través mensajería instantánea el acusado aseguró que «se lo estaba pasando muy bien», que «tenía fotos que le mandaban» y que «quería llegar a un acuerdo económico» -lo que habrían requerido al menos en dos ocasiones- puesto que de lo contrario publicaría el material obtenido a través de una cadena de televisión; situación que se mantuvo «tres o cuatro días».
En el juicio también han declarado los agentes que se encargaron de realizar la detención del presunto extorsionador en Tarragona, donde vivía, y que se hicieron con los datos que se habían almacenado en el terminal del acusado y en el ordenador, aunque este trató de eliminarlos. Entre los datos, según uno de los agentes, se hallaban correos electrónicos sobre conversaciones en relación a una cadena de televisión a la que «podría interesar» las imágenes.
La acusación particular, que en sus conclusiones definitivas ha recalcado la «labor cuasidetectivesca» del acusado para hacerse con información del artista «con ánimo de lucro», se ha adherido a la petición de la Fiscalía mientras que, por su parte, la defensa ha solicitado la libre absolución de su patrocinado. El juicio ha quedado visto para sentencia.