La renta mediana de los hogares en España se redujo un 18% durante la crisis, al pasar los 27.700 euros en 2008 a los 22.700 euros en 2014, al tiempo que la riqueza mediana disminuyó un 37,3%, pasando de los 190.400 euros en el inicio de la crisis a los 119.400 euros en 2014.
La riqueza media de los hogares españoles pasó de los 305.700 euros en el año 2008 a los 245.600 euros en 2014, con lo que el retroceso durante los principales años de la crisis fue del 19,7%.
Por tipos de hogares, la renta aumenta con el nivel de educación, siendo sustancialmente mayor para los hogares cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios, y por situación laborales, los hogares en los cuales el cabeza de familia trabaja por cuenta ajena son los que tienen rentas medias más altas.
Por nivel de renta, se registraron caídas a lo largo de toda la distribución, siendo mayores a medida que aumenta la renta. Para las rentas laborales, se observó también una disminución en todo el periodo pero sin diferencias acusadas entre los grupos de renta.
Las caídas más acusadas las experimentaron los hogares más jóvenes, con un retroceso del 93% entre aquellos de menos de 35 años, y los hogares de menor nivel de riqueza, con un retroceso del 92,2%.
Por el contrario, la riqueza aumentó con la renta, con la edad hasta la jubilación y con el nivel educativo, siendo mayor para los hogares cuyo cabeza de familia es empleado por cuenta propia.
En 2014, el 98,4% de las familias poseía algún activo real o financiero. Los activos reales, referidos a la vivienda principal, otras propiedades inmobiliarias, negocios por cuenta propia, joyas u obras de arte representaban el 80,2% del valor de los activos totales, siendo la vivienda el activo más importante (46%), aunque perdió peso en favor de otras propiedades inmobiliarias y los negocios para los niveles de renta más elevados.
En cuanto a la deuda, la del conjunto de los hogares representaba en 2014 un 12,5% del valor total de sus activos, con un importe mediano de la deuda pendiente de 45.000 euros, lo que supone un incremento del 0,6% respecto a la anterior oleada.
El 68,6% de la deuda estaba motivada por la compra de la vivienda principal, siendo un porcentaje mayor en la parte baja de la distribución de la riqueza y un 5,6% superior respecto a 2011, mientras que el 19,2% estaba motivada por la compra de otras propiedades inmobiliarias.
La proporción de los hogares con deuda es menor en el tramo inferior de la distribución de la renta (27,5%), jubilados (21,4%) y mayores de 64 años, y es mayor entre 35 y 44 años (76,2%). Por el contrario, cae de forma notable el porcentaje de hogares menores de 35 años que tiene deuda, tanto en el caso de algún tipo de deuda (-24,3%), para la deuda por compra de vivienda principal (-19%) y para crédito personal (-12,8%).
Por último, la proporción de hogares que destinan más del 40% de su renta bruta al pago de sus deudas era en 2014 de un 14,2% de las familias endeudadas, un 0,8% más que en 2011, mientras que el total de hogares fue del 6,9%.