Las bases de Podemos que se han congregado en el Palacio de Vistalegre de Madrid han clamado por la unidad ante sus dirigentes, un pequeño tirón de orejas a la formación morada, que contiene la respiración a la espera de conocer este domingo la decisión de los militantes que han estado votando hasta este sábado.
Ante la Asamblea Ciudadana estatal, que decidirá el rumbo político y la nueva dirección de Podemos, no ha habido sorpresas ni sustos que den alguna pista de cómo van a resolver las diferencias.
Los gritos de unidad han abierto y cerrado los debates de esta primera jornada del congreso de Podemos, que ha congregado a unas 9.000 personas, según la organización, mil más -aseguran- que en el primer Vistalegre, aunque también hoy había huecos y calvas en la pista.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha abierto la Asamblea Ciudadana respondiendo a esas peticiones de unidad: «El ensimismamiento y la división trabajan para el enemigo», ha dicho en su primer turno de palabra para despedir a la dirección saliente.
Después ha tendido que defender su candidatura a la secretaria general, sin competencia real porque sólo se enfrentaba para ese puesto con el abogado y parlamentario andaluz Juan Moreno Yagüe, quien es consciente de sus pocas posibilidades.
Iglesias ha sido breve, se ha limitado a pedir que le vuelvan a poner al frente del partido sin hacer balance de gestión ni previsión de futuro. Pero, eso sí, ha dejado claro que su equipo va con él en el mismo pack.
Este sábado no ha hecho falta que advirtiera de nuevo que dimitirá si no gana, ha sido evidente cuando sus únicas palabras han sido para citar uno a uno a los miembros de su candidatura.
«Os tengo que hablar de mi candidatura a la Secretaria General de Podemos y por eso os voy a hablar de Irene Montero», ha dicho tras lo que ha citado también a Vincenç Navarro, Gloria Elizo, Pablo Echenique, Noelia Vera, Rafa Mayoral, Juanmna del Olmo, Diego Cañamero y a otros muchos de los 62 de la lista que encabeza para la dirección.
Y cuando ya todos echaban de menos que mencionara a otros muchos que han trabajado en Podemos en estos años, Iglesias ha exclamado que hablar de su proyecto para la Secretaría General «es también hablar de Íñigo Errejón y Miguel Urbán». Breve pero contundente mientras la grada seguía gritando 'unidad', 'unidad'.
Con su discurso Iglesias ha sorprendido también al sector 'errojonista', donde que creen que ha perdido 15 minutos muy valiosos para haber expuesto sus planes de futuro o hacer revisión del pasado.
Fuentes 'errejonistas' sostienen que hoy quien realmente se ha presentado con un discurso de líder de un partido de Gobierno ha sido Íñigo Errejón.
El todavía 'numero dos' de Podemos, que ha intervenido para confrontar su proyecto político con el de Iglesias, también ha apelado a la unidad asegurando que, a partir del lunes, habrá «más Podemos, más unidos y más fuertes».
Ha repasado el camino recorrido desde Vistalegre I y ha puesto el acento en la importancia del trabajo en las instituciones, donde han conseguido «mucho» al cambiar la cultura política para que «los viejos partidos» tengan que intentar «parecerse» a la formación morada.
Iglesias ha defendido igualmente su documento político dejando claro que Podemos no puede olvidarse de quien es, ni confundirse con la «geografía ideológica» del Parlamento, donde el PP y el PSOE siguen siendo el proyecto de las élites.
Ha abogado por victorias electorales unidas a «victorias sociales» y ha defendido su presencia en el «conflicto social» y no sólo en el Parlamento. «No nos podemos parecer a ellos ni en los andares», ha dicho.
Nada que haya sorprendido. Lo más inesperado ha sido el calor que las bases le han trasladado a los Anticapitalistas.
El eurodiputado Miguel Urbán se ha llevado en Vistalegre II los mayores aplausos de la militancia apelando a la unidad y a «no defraudar» a la gente que confía en la formación morada.
Votaciones
A las 20:00 horas se han cerrado las urnas, con una participación que ha alcanzado cifras récord, mas de 150.000 personas. Es el dato más alto en una consulta de Podemos, superando los 149.000 que participaron en el referéndum que rechazó apoyar un Gobierno del PSOE de Pedro Sánchez y Ciudadanos.
Una alta participación que tanto 'pablistas' como 'errejonistas' creen que puede remar a su favor, aunque todos reconocen también que es difícil predecir que han decidido sus inscritos.
En cualquier caso, las cartas ya están echadas y será este domingo cuando se conozcan los resultados de los que dependen los equilibrios con los que desde el lunes deberá lidiar Podemos.