La Audiencia Nacional ha dictado la libertad de Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente catalán, con la condición de que pague una fianza de 3 millones de euros, que deberá depositar en metálico.
En un auto, la sección tercera de la Sala de lo Penal le impone esa fianza porque cree que con ella se «garantiza la prohibición que se le impone de gestionar, por sí o por las personas físicas o jurídicas, su patrimonio».
Pujol Ferrusola lleva en prisión (ahora está en la de Soto del Real) desde el 25 de abril por ocultar su patrimonio y está imputado de delitos de blanqueo, contra la Hacienda Pública y falsedad.
Según el tribunal, compuesto por los magistrados Alfonso Guevara, María Ángeles Barreiro y Ana María Rubio, esta fianza sirve para «salvaguardar los rendimientos del capital sustraídos al control de la Hacienda» y garantiza que Pujol Ferrusola «no actuará por sí ni por medio de otras personas físicas y jurídicas en otras jurisdicciones».
Vergüenza ajena, este y todos los de la familia, y resto de tipejos como ellos tendrían que estar en la cárcel y devolver TODO lo robado, quitarles todas la propiedades y encargarse que la historia los coloque como lo que son.