El equipo de forenses que la noche de este jueves participó en los trabajos de exhumación del artista Salvador Dalí extrajeron un poco de pelo, uñas, dientes y dos huesos largos que, una vez llevadas a cabo las pruebas genéticas por una demanda de paternidad, serán repuestos en un acto privado para preservar la «integridad» del cuerpo del difunto.
Lo ha explicado el secretario de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Lluís Peñuelas, en rueda de prensa a las 8 de la mañana de este viernes para dar detalles de la operación llevada a cabo para extraer muestras biológicas en el litigio abierto por Pilar Abel.
La fundación ha considerado «del todo improcedente» la exhumación de los restos mortales del genio ampurdanés, y ha subrayado que la resolución judicial no está motivada ni tiene ningún tipo de fundamento.
Los resultados del test de paternidad se esperan para los primeros días de septiembre cuando la juez informará y antes de la celebración del juicio por esta causa previsto para el 18 de septiembre, ha afirmado el gerente de la fundación, Juan Manuel Sevillano.
Peñuelas ha iniciado su intervención alegando que «la resolución judicial no está motivada y no tiene ningún fundamento», puesto que no existe ningún indicio de la presunta paternidad de Dalí más allá del acta notarial de la declaración de una señora amiga de la madre de Pilar Abel que le dijo que era hija de Dalí.
Los representantes de la fundación han insistido en que han aceptado la exhumación, tras agotar todos los mecanismos legales, mediante recursos y peticiones que tenía en su mano para evitar la acción, ordenada por el Juzgado de Instrucción 11 de Madrid.
La plana mayor de la fundación ha coincidido en destacar que se ha producido una «situación muy incómoda», que les ha apenado profundamente, así como a muchas personas que aman a la figura de Dalí.
Desde las 20 horas hasta las 0.40 tuvieron lugar los trabajos exhumación, que transcurrieron «sin ningún incidente remarcable», y que se hicieron preservando en la medida de lo posible la intimidad de los restos mortales del artista, el patrimonio protegido y las visitas al Teatre-Museu Dalí.
Igualmente, «toda exhumación no deja de ser un acto de violencia con la persona difunta», ha observado Peñuelas, que ha explicado que la colocación de dos carpas gigantes sobre la tumba y sobre el área de los forenses permitió que hubiera la mínima gente posible en la zona.
«Salvador Dalí vuelve a descansar en paz bajo la cúpula», ha reseñado el secretario de la fundación, que, pese a su total disconformidad con la operación, ha respetado las resoluciones judiciales y ha colaborado para que se llevara a cabo.
El abogado de la fundación, Albert Segura, ha explicado que la fundación se reserva los derechos para reclamar los costes de toda la operación, y ha dicho que, en caso de confirmarse la paternidad de Dalí sobre Pilar Abel, está podría reclamar el 25% de la herencia en el momento del deceso.
El gerente de la fundación ha asegurado que no se han hecho cálculos ni estimaciones de lo que le podría corresponder a Abel, si bien ha dicho que la demanda se dirige contra el Estado, legítimo heredero del legado de Dalí, y no de la fundación, administradora de bienes.
Durante el proceso, estuvieron presentes una comitiva judicial representada por el letrado del Juzgado 8 de Figueres a demanda del juzgado madrileño que lleva la causa, tres forenses, un ayudante de forense y tres personas de la funeraria.
También representantes de la fundación, del Ayuntamiento, la Generalitat, una abogada del Estado titular de la demarcación de Girona, el abogado de Abel, el embalsamador Narcís Bardalet y los Mossos d'Esquadra.