La CUP ha decidido este jueves mantener sus cuatro abstenciones, ya decididas después de recibir su primera propuesta de plan de Govern, lo que impedirá que pueda ser investido presidente de la Generalitat en primera votación el candidato de JxCat Jordi Turull.
La decisión de mantener la abstención se ha impuesto en la reunión que este mediodía ha mantenido el Consejo Político de la CUP -y su Grupo de Acción Parlamentaria (GAP)-, según han indicado fuentes de esta formación.
La CUP no ha aceptado la propuesta de JxCat y ERC para investir a Jordi Turull como presidente de la Generalitat con la condición de celebrar una cuestión de confianza un mes después de la investidura. La formación antisistema insiste en que no apoyará un proyecto «autonomista» y que sólo darán el sí a uno con compromiso «republicano».
JxCat y ERC han propuesto este jueves a la CUP celebrar una cuestión de confianza un mes después de la investidura, para que puedan fiscalizar a Jordi Turull como presidente de la Generalitat, en un último intento de seducir la formación antisistema antes de la sesión de investidura de esta tarde.
Los tres grupos independentistas han mantenido una reunión la mañana de este jueves para tratar de llegar a un acuerdo que asegure investir a Turull durante la tarde en primera votación, para lo que son imprescindibles los cuatro votos favorables de los diputados de la CUP.
Con este movimiento, JxCat y ERC pretenden facilitar que la CUP pueda fiscalizar en breve a Jordi Turull, si es investido, y su obra de Govern, a cambio de que le den hoy al candidato los cuatro votos favorables.
A la espera del debate interno y el resultado del mismo, el secretariado nacional de la CUP ya rechazó hace unos días la idea de una cuestión de confianza, cuando se planteó sin un plazo concreto, y reclamó a JxCat y ERC cambios en el programa de gobierno y de legislatura para tener garantías de que se avanzaría hacia una «república» catalana.
Decisión ajustada
En la reunión del Consejo Político de la CUP, las posiciones de las asambleas territoriales favorables a un «sí» a la investidura» y las que han optado por el «no» estaban muy equilibradas, pero finalmente se han impuesto los partidarios de no facilitar la investidura de Jordi Turull.
«No podemos condicionar nuestra acción política a la acción represiva del Estado», señala el comunicado de la CUP antes de añadir que «desde el primer momento dijimos que hacía falta continuar el embate contra el Estado con un programa de gobierno para esta legislatura que fuese valiente y continuase el mandato del 1 de octubre».
El Consejo Político de la CUP recuerda su pronunciamiento previo del 3 de marzo cuando advirtió que «la propuesta de programa de Govern de JxCat y ERC no avanza en la construcción de medidas republicanas ni sociales que respondan a los derechos y necesidades de la clase trabajadora y del resto de clases populares».
En este contexto, la CUP interpreta que el «el Estado español quiere condicionar la acción política a través de la justicia y esto no lo podemos permitir, hay que coordinar la acción antirepresiva para que nos haga más fuertes políticamente, pero esto no significa hacer política a golpe de citación del juez Llarena».
El Consejo Político de la CUP, que ha comunicado a JxCat y ERC su decisión de mantener la abstención, recuerda finalmente la convocatoria de pleno de investidura fue una decisión de estas dos formaciones y que «la CUP no participó» de la misma.