Juana Rivas, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de cinco años de cárcel por permanecer un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos para no entregarlos al padre, ha declarado este miércoles que actuó convencida de que no le arrebatarían a los menores porque su expareja los «maltrataba».
Durante su declaración en el Juzgado de lo Penal 1 de Granada por dos delitos de sustracción de menores, Rivas ha manifestado que mientras estaba en paradero desconocido sabía que requerían a sus hijos, pero pensó que no se los llevarían, que «sería imposible porque él nos maltrataba».
«Me dijeron que podía tener represalias, pero no imaginé que fueran de cárcel y de guarda custodia», ha relatado durante la vista oral, en la que ha indicado que sus abogados siempre le dijeron que mientras hubiera un recurso pendiente de resolver ella podría seguir con los niños.
«Pensaba que como madre tenía que defenderlos (...) Soy madre y he venido escapando del maltrato, cómo los voy a entregar, era garante de mis hijos», ha afirmado durante la vista oral, en la que el juez, Manuel Píñar, ha dejado claro que este juicio no es para juzgar un presunto caso de violencia de género.
Su expareja y padre de los niños, el italiano Francesco Arcuri, que ha declarado por videconferencia, ha negado haberla agredido y ha señalado que al principio de que ella regresara a España con los niños (el verano de 2017) procedente de Carloforte (Italia), donde hasta entonces residía la familia, sí tuvo contacto con sus hijos.
Hasta que el 2 de agosto le informó de que se quedaría en España, momento a partir del cual fue «dificultándole» el contacto hasta impedirle que hablara con ellos, ha dicho Arcuri, que como acusación particular pide para Rivas cinco años de cárcel, la pérdida de la patria potestad durante ocho años e indemnización de 30.000 euros.
Durante la vista oral han declarado como testigos, además de guardias civiles y policías locales, la psicóloga forense que elaboró un informe sobre la conveniencia de que los niños vieran a su padre, a instancias de un Juzgado de Granada a raíz de que ella presentara una denuncia por maltrato contra Arcuri en julio de 2016.
La perito expuso en aquel informe que no apreciaba que la «restitución -de los niños- al contexto paterno supusiera un grave riesgo».
Rivas está acusada de permanecer en el verano de 2017 un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos para no entregarlos al padre, el italiano Francesco Arcuri, que fue condenado en 2009 por lesionarla y al que denunció nuevamente por maltrato en julio de 2016, denuncia pendiente de resolverse por la justicia italiana, que sigue además otro procedimiento civil por la custodia de los niños.
El juicio, que comenzó este miércoles a las 9.30 horas, se ha parado al mediodía un receso tras el cual continuará con la declaración de dos testigos y la exposición de los informes finales de las partes.