Ángel Boza, uno de los miembros de La Manada condenado junto a los otros cuatro a 9 años de prisión por abusos sexuales a una joven, ha pasado esta tarde a disposición judicial tras ser detenido este miércoles en Sevilla por robar unas gafas de sol y atropellar a los vigilantes de seguridad que lo perseguían.
Tras permanecer desde este miércoles en dependencias policiales, Boza ha sido trasladado durante la tarde al juzgado de guardia para comparecer ante el juez, después de que en comisaría se haya acogido a su derecho a no declarar, según ha informado su abogado, Agustín Martínez.
Ahora será el titular del Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, en funciones de guardia, quien, tras tomarle declaración, decida si lo deja libre u ordena su ingreso en prisión como presunto autor de un delito de robo con violencia y otro de lesiones a los vigilantes de seguridad en el aparcamiento de los grandes almacenes donde presuntamente ayer sustrajo unas gafas de sol valoradas en 200 euros.
Si sale libre, tendrá que volver este viernes a los juzgados para firmar, en el marco de las medidas cautelares que la Audiencia de Navarra impuso el pasado 23 de junio a los cinco miembros de La Manada para decretar su libertad provisional, que les exige comparecer en los juzgados tres veces por semana (lunes, miércoles y viernes).
Aunque el suceso de este miércoles, según su abogado, no tiene ninguna consecuencia para la libertad provisional de la que goza a la espera de que se resuelvan los recursos contra su condena por los abusos sexuales en los Sanfermines de 2016, ya que al no tratarse de un delito de índole sexual no puede considerarse reiteración delictiva, pero, si los hechos se consideran un robo con violencia, sí podría decretar su ingreso en prisión.
Boza niega el robo, aunque en el momento de la detención llevaba las gafas en el coche, y alega que fueron los vigilantes los que arremetieron contra él cuando iba en el coche.
Sin embargo, el atestado elaborado por la Policía Local, que lo interceptó en la avenida Menéndez Pelayo en dirección al barrio de Nervión, señala que la dependienta alertó a los vigilantes de seguridad al ver que había quitado la etiqueta a unas gafas de sol que le había enseñado y las cambió por las que llevaba.
Los vigilantes salieron en su busca, y Boza fue hasta el aparcamiento, donde cogió su coche y arremetió contra ellos, uno de los cuales presenta un parte de lesiones aunque no revisten gravedad.
Según su abogado, Boza tiene abierto otra causa por hurto en San Sebastián y antecedentes antiguos por robo con violencia.
El TSJA ha informado de varios antecedentes por delitos contra la seguridad vial, el último de febrero de 2016 por lo que le fue retirado el carne de conducir durante ocho meses y cuatro días, si bien, una vez cumplido el plazo hace pocos días, retiró personalmente su permiso de conducir de las dependencias judiciales.