Pedro Sánchez ha sorprendido al retrasar el anuncio de la composición de su nuevo Gobierno hasta la próxima semana, ya que se daba por hecho que sería esta semana y que este viernes se celebraría el primer Consejo de Ministros.
Dadas las prisas con las que se han desarrollado las jornadas de la investidura cabe preguntarse, ¿por qué se ha parado el ritmo para que el nuevo Gobierno comience a andar? Máxime, teniendo en cuenta que hay pendientes cuestiones de calado muy importantes, como la subida de las pensiones o el sueldo de los funcionarios.
Hay varias teorías sobre los motivos por los que Sánchez ha decidido aplazar el nombramiento de su nuevo Gobierno. Una de ellas es que le ha molestado que Unidas Podemos ya haya filtrado quiénes serán sus ministros, e incluso, algunos de sus secretarios de Estado.
La potestad de nombrar a los ministros corresponde al presidente del Gobierno y Pablo Iglesias ha dejado claro que se han repartido el Ejecutivo, lo que le ha permitido a él nombrar a las personas que estarán al frente de sus carteras.
Otra de las teorías que circulan es que Sánchez aún no ha terminado de configurar las carteras que corresponden a los socialistas, ya que están estudiando milimétricamente cada currículum.
El objetivo es evitar sorpresas, como las de Maxim Huertas y Carmen Montón que tuvieron que dimitir como ministros; el primero tras descubrirse que había sido condenado por fraude fiscal y la segunda por las irregularidades de su máster.
Además, el socialista quiere formar un equipo con personas muy potentes y podría estar teniendo algunas dificultades para que acepten el cargo.