El mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero ha asegurado que el 25 de octubre de 2017 ordenó en un correo a su número 2 que preparara un plan para detener al expresidente Carles Puigdemont si cometían la «barbaridad» de proclamar la independencia, aunque creía que no harían la DUI.
Así lo ha sostenido Trapero en su interrogatorio, que empezó ayer y ha finalizado este martes al mediodía tras casi diez horas en el juicio por rebelión en la Audiencia Nacional, en el que el teniente fiscal Miguel Ángel Carballo ha dudado de su plan para detener a Puigdemont, al sostener que no lo comunicó durante la instrucción del caso.
El mayor ha replicado que en la causa figura un correo electrónico que mandó el 25 de octubre de 2017 a su número 2, el comisario Ferran López, con las directrices que le dio para que diseñara un plan para detener a Puigdemont y a su Govern si la autoridad judicial lo ordenaba tras la eventual Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
«Creo que, como mucha gente, esperábamos que la situación no fuera para adelante. Yo siempre creí que esto (la DUI) no iba a suceder. El día 24 hablamos con los comisarios López y Joan Carles Molinero. Nos preguntamos a ver qué va a pasar, si van a convocar elecciones o van a hacer una barbaridad», ha explicado.
Según Trapero, en aquella reunión con López y Molinero valoraron la posibilidad de que desde el ámbito judicial les llegara la orden de detención de Puigdemont «si se hacía una declaración de este tipo (la DUI). Y nos dijimos, 'hostia', que no nos pille esto, tenemos que prepararlo».
Por este motivo, al día siguiente envió el correo electrónico a López con las directrices para practicar las detenciones y le pidió que le presentara por escrito el plan, que también ha sido aportado a la causa por la defensa de Trapero, detallando qué comisario debía detener a qué miembro del Govern y qué medios usar, entre ellos un helicóptero.
El día en que el Parlament iba a votar la DUI, el 27 de octubre de 2017, Trapero remitió sendas cartas al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, y al entonces Fiscal Superior de Cataluña José María Romero de Tejada para ponerse a su disposición para lo que le ordenaran.
Además de la carta, una vez el Parlament aprobó la DUI, Trapero llamó a Barrientos y a Romero de Tejada porque era consciente de que los hechos ocurridos tenían «gravedad» y reiteró que estaba a su disposición «para cualquier orden» que estimaran oportuno trasladarle.
«Vimos que era una cosa aparentemente grave, pero no sabíamos si era una prevaricación o lo que era», ha indicado Trapero, que ha desvelado que a Barrientos le dijo «en confianza» que no sabía «bien bien» qué era «aquello», ya que no sabía en que delito encajaba.
Tres minutos más tarde, Barrientos le volvió a llamar y le preguntó a Trapero si había valorado la posibilidad de ponerse a disposición de la Delegación del Gobierno en Cataluña, al igual que lo había hecho con el TSJC y la Fiscalía Superior.
En este caso, Trapero entendía que si se aplicaba el artículo 155 de la Constitución ya se lo comunicarían y se pondrían a su disposición. Finalmente, el artículo 155 se acabó aplicando y comportó la inmediata destitución de Trapero como jefe de los Mossos d'Esquadra, donde fue relevado por Ferran López.