«Las mascarillas no aportan ni quitan nada si vamos sólo por la calle, a 200 metros sin nadie alrededor», ha manifestado este miércoles el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, para descartar por el momento que el Ministerio de Sanidad obligue a utilizar de forma generalizada las mascarillas como mecanismo de prevención frente coronavirus.
Simón ha puntualizado que sí establecen una «fuerte recomendación» de su uso y auunque «pueden reducir mucho la transmisión de la enfermedad», ha optado por posicionarse en contra de su uso obligatorio a nivel general.
El debate, ha reconocido, «no está cerrado», pero ha insistido en que «no todo el mundo puede usarla, como personas con problemas respiratorios, otras sufren crisis de ansiedad cuando las utilizan, hay otros profesionales que por su nivel de alta actividad física pueden no tener la opción, con los niños no es fácil que las usen correctamente... Con lo cual, una norma con todas estas excepciones, que en muchos casos son difíciles de probar, es complicada».
Pese a todo, ha dicho que «es muy deseable que la gente la lleve. Pero hacerla obligatoria no es fácil. Pero adquirir el hábito de utilizarla y entenderla como una medida de que no estamos en una situación normal es importante. La mascarilla puede ayudar a que esto se recuerde mientras sea necesario», ha apuntado.