Miles de personas -10.000, según los organizadores- se han unido este domingo a la manifestación de la Marea Blanca convocada en Madrid para reivindicar la defensa de la sanidad pública y expresar su rechazo a la «política del ladrillazo» del Gobierno autonómico y, en concreto, al nuevo hospital de emergencias Isabel Zendal.
El manifiesto que ha dado origen a la movilización ha contado con la adhesión de más de 4.000 personas y 150 entidades, según los convocantes, y recoge la indignación del sector ante «la caótica y temeraria gestión sanitaria del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso», así como su petición de que «apueste de manera firme por el refuerzo de la Atención Primaria y Hospitalaria».
La manifestación ha recorrido el paseo del Prado y el de Recoletos, entre las plazas de Neptuno y Colón, y se ha desplazado manteniendo varias columnas en fila india para mantener la distancia interpersonal exigida por la crisis sanitaria del coronavirus.
Los representantes de los 13 sindicatos y asociaciones que convocaron la protesta han coincidido en reclamar que se incremente la contratación del personal sanitario y en criticar la construcción del hospital Isabel Zendal, cuya inauguración está prevista para el martes próximo, 1 de diciembre.
«Quieren inaugurarlo para hacerse la foto y no tienen personal sanitario», ha reprochado el secretario general de CCOO Madrid, Jaime Cedrún, quien ve el hospital como «un intento de utilización y dogmatización de la sanidad pública» y ha alertado de que «sigue sin estar resuelta la falta de rastreadores».
Su homólogo de UGT Madrid, Luis Miguel López Reillo, ha dicho que le da «miedo» la cantidad de gente que se ve por las calles de la capital, y que la Navidad pueda desembocar en una tercera ola del coronavirus «mucho peor», y ha exigido «que no nos engañen con los datos» y que se reabran los servicios de urgencias de Atención Primaria (SUAP).
La portavoz del movimiento Sanitari@s Necesari@s, Dora García, ha declarado que el Zendal es «un insulto a la ciudadanía» y «un gasto de dinero de millones riéndose de la población», y ha reclamado mejorar las condiciones laborales de los sanitarios, porque «la gente se está marchando» y «no se puede tener a los profesionales trabajando un mes, tres meses, días, semanas». También han acudido a la manifestación representantes del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos.
El portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, ha dicho que «la pandemia ha puesto en evidencia muchas fisuras y debilidades en el sistema», que debe contar con «dotaciones específicas y claras».
«Tenemos una de las atenciones primarias con menos presupuesto, con menos profesionales y a la que ni siquiera durante la pandemia hemos sido capaces de reforzar», ha protestado la portavoz de Sanidad de Más Madrid, Mónica García, quien ha reprobado que Ayuso se dedique a «poner ladrillos y hacer contratos indecentes a dedo a empresas amigas».
La portavoz de Sanidad de Unidas Podemos, Vanessa Lillo, ha cuestionado el «populismo sanitario» que supone gastar 100 millones de euros en la «nevera gigante» del Zendal, que además «detraerá profesionales sanitarios que ya están sobrecargados en sus centros asistenciales».