El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha reafirmado este jueves que en España no existe una situación de «normalidad democrática» y ha subrayado que continuará denunciándolo a pesar de las «amenazas» y de que «moleste a señores muy poderosos»: «Es una obviedad». Así lo ha señalado en una entrevista a RAC1 después de que exdirigentes del PSOE aglutinados en la plataforma «La España que reúne» hayan firmado un manifiesto reclamando su destitución a raíz de la polémica que generó al afirmar que no hay «plena normalidad política y democrática» en España por la existencia de líderes independentistas «en las cárceles y en el exilio».
«Voy a seguir diciendo la verdad a pesar de las amenazas y de que eso moleste a señores muy poderosos. Para mentiras, que todo es estupendo y que vivimos en el mejor de los mundos posibles, ya están otros. Conmigo que no cuenten», ha sostenido.
Iglesias ha lamentado que «salga tan caro decir obviedades» y ha precisado que, en su opinión, «tenemos una democracia que hay que mejorar y que, precisamente, protegerla y defenderla no es decir que es perfecta, porque eso es mentir. Es denunciar todos los defectos que tiene, que son enormes, y trabajar para mejorarlos».
«Dije una obviedad y el hecho de que moleste tanto es la mejor prueba de que es la puñetera verdad, si no no preocuparía tanto», ha aseverado antes de apostillar: «A nadie se le critica por decir algo inverosímil».
Iglesias también ha criticado a quienes buscan estar por delante en el «ranking» de democracias del mundo porque, ha asegurado, «les parece estupendo que tengamos una Jefatura del Estado que no rinda cuentas, un Consejo General del Poder Judicial que no se renueva o que haya titiriteros o raperos que vayan a la cárcel».
Por eso se ha dicho «orgulloso» de que «también en el Gobierno» digan «la verdad», aunque esta «duela y moleste a algunos": «Los que atacan a la democracia son los que se empeñan en tratar de proteger una estructura de privilegios y sinvergonzonerías que la gente cada vez acepta menos».
Por otro lado, ha acusado a la derecha española de estar «vampirizada» por la ultraderecha de Vox, y ha denunciado que PP y Cs «bailen a su son» lo que, a su entender, supone un «problema» para la «normalidad democrática» española.
«No hay normalidad democrática si una fuerza política que reivindica los gobiernos de la dictadura es la que está definiendo los gobiernos en buena parte del territorio», ha subrayado tras agregar que «la guerra cultural en la derecha españolista la está ganando Vox».