Barcelona ha rendido este martes un sobrio y emotivo homenaje a las víctimas del 17A, en el cuarto aniversario de los atentados, en un acto presidido por el silencio, únicamente roto por el Cant dels Ocells y en el que familiares y autoridades han depositado claveles blancos en las Ramblas.
El acto, sin discursos y en un respetuoso silencio, se ha iniciado a las diez de la mañana en el memorial de la Rambla frente al Liceu, con un minuto de silencio mientras sonaban de fondo las notas del Cant dels Ocells, el oficioso himno de la paz de Pau Casals, interpretado por un artista local, al que ha seguido una ofrenda floral, primero por parte de víctimas y familiares y, posteriormente, por los representantes institucionales.
Entre los asistentes al acto, además de más de medio centenar de víctimas y familiares de afectados por los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del 17 de agosto de 2017 -en los que fallecieron 16 personas y más de 140 resultaron heridas-, han participado, entre otros, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, así como representantes de los cuerpos de seguridad y de los equipos de emergencias.