El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este domingo un plan de ayudas de 200 millones de euros para los afectados por la erupción del volcán de La Palma.
Sánchez ha afirmado en La Palma que se trata de un plan «muy potente» que será aprobado como real decreto por el Consejo de Ministros que se celebra el próximo martes.
Estas ayudas se suman a los 10,5 millones para viviendas y enseres de primera necesidad aprobados por el Ejecutivo la semana pasada, cuando declaró también la isla como zona catastrófica.
Sánchez ha realizado el anuncio de esta nueva partida económica a su regreso a La Palma, donde tiene previsto visitar este mediodía a las personas alojadas temporalmente en un hotel de Fuencaliente, en el sur de la isla.
Ha recalcado que esta es «una prueba de resistencia» que «no sabemos cuándo va a acabar», pero con independencia de cuándo esto suceda ha garantizado la implicación de todas las administraciones para abordar «la tarea enorme de reconstruir» la isla y ofrecer «un horizonte de tranquilidad, progreso y prosperidad».
Todo ello, ha continuado, bajo dos máximas: «el valor de la unidad y de la fortaleza» en la respuesta ante la emergencia, y la dedicación en el proceso de «reconstrucción» por parte del Estado.
Pedro Sánchez ha lanzado asimismo un mensaje de «tranquilidad y seguridad» a los palmeros, que pueden tener la seguridad de que «no se van a quedar atrás», al tiempo que les ha pedido «paciencia», consciente de que «es muy difícil» habida cuenta de que el horizonte es «tan indeterminado».
Por último, ha insistido en pedir precaución y atender a las indicaciones de los expertos y de las fuerzas de seguridad y «no bajar la guardia» porque «el volcán sigue funcionando», y ha proclamado que hoy «España está más que nunca con los palmeros y las palmeras», que han demostrado «coraje» y han dado «una lección de civismo».
En la misma línea, pero desde un punto de vista más cercano, incluso personal, el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, ha señalado que estos días personas que lo han perdido todo le trasladan que «no hay otra que seguir luchando», como hicieron antes sus antepasados con otros volcanes. «No nos vamos a rendir. Demostraremos que somos capaces de salir adelante y recuperar la normalidad», ha proclamado Zapata.
En particular, ha contado que un conocido que roza los 80 años le dijo en la calle que los palmeros «siempre hemos sido fuertes ante la adversidad, para superar sequías, plagas, pandemias, volcanes», y que «cuanto más fuerte sea el problema, mayor capacidad de reacción y fortaleza» tendrá la isla.
Por lo demás, Zapata ha pedido «paciencia y tranquilidad» a la población afectada por los confinamientos, algunos por unas horas, otros por varios días, y ha insistido en que se hace como medida de precaución para salvaguardar la seguridad, que es «la mayor prioridad».
Además, ha agradecido el «aluvión de muestras de cariño y solidaridad» recibidos de otros puntos de España, incluso de otros países, y ha lanzado un mensaje al exterior de que en La Palma «la vida sigue al ritmo habitual» y hay una «seguridad absoluta» para residentes y visitantes.
«La mejor forma de ayudar a La Palma es tratarnos con normalidad, visitarnos, ayudarnos a dinamizar la economía, los hoteles, restaurantes, taxis, comercios... para que todos podamos reactivar la economía y darle un impulso a la isla», ha cerrado Zapata.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha indicado por su parte que transcurridas dos semanas desde que el volcán comenzó a manar lava «no sabemos realmente en qué momento estamos, y «no parece que estemos cerca del final». «Esto es una gran incertidumbre» que genera «angustia», pese a la cual, ha dicho Torres, la gente, incluso la que lo ha perdido todo, le traslada que «va a responder, que no se rinde, que quiere vivir en la isla». Esta gente, ha dicho el presidente canario, «no va a estar sola» y contará con el respaldo de todas las administraciones.