El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont se ha solidarizado este lunes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, como «víctimas» de espionaje, aunque les ha reprochado «no haber hecho nada» hasta que llegaron denuncias desde el independentismo. Así ha reaccionado desde Twitter, después de saberse que los teléfonos móviles de Sánchez y Robles fueron sometidos a escuchas «ilícitas y externas» por el programa de ciberespionaje Pegasus, según dos informes técnicos del Centro Criptológico Nacional.
«La violación de la intimidad de Pedro Sánchez y la ministra Robles es un crimen gravísimo que amenaza la democracia. Mi solidaridad con ellos, como víctimas, y mi máxima exigencia hacia ellos, como responsables de no haber hecho nada hasta el estallido del CatalanGate», ha afirmado Puigdemont.
Según el expresident, «la Moncloa ha tenido que esperar a que hubiese una infección con Pegasus en los móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa para considerar que es un asunto de extrema gravedad y para investigarlo». En cambio, ha protestado, «cuando lo denunciábamos los catalanes no merecíamos tanta consideración».