El Gobierno ha decidido la destitución de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, tras la polémica por el espionaje a dirigentes independentistas por este centro y el sufrido en sus teléfonos móviles por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Fuentes del Gobierno han informado del cese de la responsable del CNI, que se ha adoptado en la reunión del Consejo de Ministros de este martes y tras la que ha comparecido en rueda de prensa la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, y la titular de Defensa, Margarita Robles.
La posibilidad del relevo de Paz Esteban comenzó a ganar fuerza después de que la directora del CNI reconociera el pasado jueves ante la Comisión de Gastos Reservados del Congreso que los servicios de inteligencia habían espiado con autorización judicial al actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y a otra veintena de políticos independentistas. Tanto Unidas Podemos, socio del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, como ERC y otros partidos independentistas, apoyo parlamentario del Ejecutivo, pidieron inmediatamente que se asumieran responsabilidades políticas por estas escuchas.
De forma paralela, el Centro Criptológico Nacional, que depende del CNI, había abierto una investigación para esclarecer si los teléfonos móviles de otros miembros del Gobierno, además de Sánchez y Robles, también habían sido espiados, pero esta vez por un elemento externo al Estado y, por tanto, sin autorización judicial.
Fuentes del CNI han insistido en las últimas semanas que el control de seguridad de esos terminales no es responsabilidad de los servicios de inteligencia, sino de los servicios de seguridad de la Presidencia del Gobierno. Según estas fuentes, el CNI se limita a trasladar a los responsables de seguridad boletines internos con las amenazas más recientes y su forma de atajarlas, pero no actúa directamente sobre los terminales.