El presidente de Radiotelevisión Española, José Manuel Pérez Tornero, ha anunciado este lunes que presenta su dimisión de este cargo al entender que ya no se dan los factores para sostener la viabilidad de su proyecto. En una carta dirigida a los trabajadores de RTVE en la que ha hecho pública su dimisión, asegura que se han conseguido durante su presidencia objetivos «nada desdeñables», pero que «se impone dar un paso al lado».
Explica Tornero que su proyecto pretendía una transformación profunda de la corporación que no fuera un simple maquillaje o lavado de cara y que buscaba lograr un consenso amplio sin partidismos, con profesionalidad e independencia. Se trataba, según subraya, de afianzar el pluralismo interno y dejar atrás la fragmentación corporativa, al tiempo que pretendía crear una esfera pública «sosegada, dialogante y sin polarización» y lograr que RTVE acompañara la transformación del país, la profundización de la democracia y el avance de la ciencia, la cultura y el bienestar social. «Fui desde un principio consciente de la complejidad y dificultad de la tarea y de que estábamos ante un proceso que, como todos los de transformación, era de largo recorrido y que requería una paciencia que muchos no tendrían», añade Tornero. Asegura que en el instante en que tuviese indicios de que ese proyecto no era viable, lo iba a reconocer públicamente y nunca se aferraría a la presidencia. «Pues bien, ese momento ha llegado. Es ahora», señala en su carta a los trabajadores de la corporación. Afirma que en los dieciocho meses de su mandato, RTVE ha contribuido al diálogo sereno, respetuoso e informado, a hacer avanzar un periodismo de calidad y a renovar formatos, programas y planes de producción que estaban estancados.
También a mejorar la salud financiera y productiva de RTVE avanzando en el saneamiento económico con casi 30 millones de euros de beneficios en 2022 y la perspectiva de equilibrio el próximo año. De la misma forma, destaca que se ha estabilizado la plantilla con el próximo lanzamiento de una oferta pública de empleo de casi 2.000 puestos, se han proyectado dos nuevos centros de producción en Andalucía y Valencia, se han movilizado más de 120 millones de euros de los fondos de recuperación y se ha reforzado la proyección internacional de RTVE. Pero recalca que «ya no se dan las circunstancias para seguir avanzando» porque ha constatado que en el Consejo de Administración de RTVE no existen las condiciones mínimas para el consenso ni para conformar una mayoría plural, estable y coherente, y ni siquiera a veces para lograr un clima propicio al diálogo.
Eso cree que dificulta la gobernabilidad de la empresa e impide llevar a cabo la transformación a la que aspiraba. Por ello, anuncia su dimisión como presidente de RTVE y su renuncia a formar parte de su Consejo de Administración y señala que se va «con la conciencia tranquila» y vuelve a su universidad con la satisfacción de haber hecho todo lo posible por una corporación plural. Tras agradecer a las Cortes y a los grupos parlamentarios la confianza que depositaron en él, elogia el trabajo de su equipo más cercano y subraya que tiene la esperanza de que con perseverancia siempre será posible alcanzar los ideales con los que accedió al cargo.